NEUQUÉN (AN).- Las dos personas que fueron convocadas por la policía para ver el crudo escenario donde murieron las dos niñas, afirmaron que había "precarias condiciones de seguridad".

"La conexión del calefactor que da a la pared, el de la ventilación, estaba floja. Había un par de centímetros entre el calefactor, y el caño que ventila el gas". Este es el cuadro que describió Marcos Carbajal, un vecino que fue llamado por la policía, para que atestigüe la intervención de los peritos en la habitación.

El hombre vive a pocos metros de la casa donde murieron ambas niñas. "Fue tristísimo. Nunca hubiera querido presenciar algo así", agregó compungido.

Detalló que "estaban arrolladitas, como si siguieran durmiendo arriba de los colchones".

Susana, otra mujer que también fue convocada por la policía, fue más dura con las condiciones de la vivienda.

Según su relato, la casa que albergaba a los 11 niños "tenía mucha mugre, y poca seguridad".

"Estaban en muy precarias condiciones", afirmó la mujer, que se acercó a hablar con la prensa, y que dijo que la policía la había llamado cuando caminaba por la calle, frente a la vivienda de la organización no gubernamental.

"El calefactor era viejo y estaba mal instalado. La casa tiene dos habitaciones atrás, pero son de una condición muy precaria", describió la mujer.

"Me parece que por las dificultades que estos chicos padecen en su vida, merecen otro tipo de tratamiento, con un lugar más digno que el que les puede ofrecer su familia de origen", enfatizó la mujer, muy afectada por lo que había visto.