WASHINGTON.- La secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice asiste a un atascamiento de su renovada diplomacia nuclear respecto de Irán, aunque la relativa a Corea del Norte mantiene el ritmo, cuando se dispone a iniciar una gira por Asia a última hora de ayer. En Abu Dabi, Rice y los aliados del Golfo recibirán hoy una explicación personal de su número tres en el departamento de Estado, quien el sábado participó en unas conversaciones sin precedentes -y aparentemente sin resultados- con los iraníes en Ginebra.
Más exitosa, en cambio, ha sido hasta ahora la diplomacia con Corea del Norte. Rice se reunirá el miércoles y el jueves en Singapur con su homólogo norcoreano para emprender lo que podría ser el lanzamiento informal de la última etapa de su desnuclearización.
Irán no dio señales acerca de si cumpliría con los llamados de la comunidad internacional a abandonar el enriquecimiento de uranio, a pesar de que el subsecretario de Estado William Burns estuvo en Ginebra, lo que supuso un cambio de la política estadounidense de rechazar cualquier reunión con Irán mientras ese país no hiciera alguna concesión.
Washington afirma que envió a Burns a Ginebra para demostrar que Estados Unidos se tomaba "en serio" su respaldo a los esfuerzos diplomáticos para terminar con una larga pulseada que hizo aumentar los temores israelíes e incluso las posibilidades de un ataque militar norteamericano contra Irán. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas --Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia- y Alemania están involucrados en las iniciativas diplomáticas.