BUENOS AIRES (DyN).- La Argentina se ubicó en el puesto número 12 de un ranking que evalúa las oportunidades de inversión y desarrollo en los países emergentes.
De acuerdo con los resultados del relevamiento realizado por la consultora Grant Thornton, China, India y Rusia son los principales mercados emergentes a los que apuntan los inversores. México en el cuarto puesto y Brasil en el quinto son los principales países de Latinoamérica.
En cambio Argentina se ubica bastante lejos de la cima, fundamentalmente debido a sus bajos niveles de comercio internacional, tanto en materia de importaciones como de exportaciones.
México lidera a los países de la región como resultado de un alto volumen de comercio internacional: sus exportaciones y exportaciones combinadas son sólo superadas por China, y un relativamente alto nivel de vida.
De los cinco primeros mercados emergentes, el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita de México supera al de China, India y Brasil, y sólo está levemente por debajo del de Rusia. China e India todavía se destacan como los mercados emergentes con las mejores oportunidades, debido a su PBI, al tamaño de su población, al potencial de crecimiento y a sus elevadas importaciones.
Un ejemplo
La economía mexicana ha tenido una estabilidad sin precedentes durante los últimos ocho años, en los cuales la inflación y el peso han sido estables. Ese país cuenta con 12 acuerdos de libre comercio con 43 países. Asimismo, su proximidad a los Estados Unidos también es un factor importante.
El informe subrayó que Argentina, por su parte, no está abriendo su economía a niveles de México y Brasil, incluso Chile, por lo que los niveles de importaciones y exportaciones son aun bajos considerando el potencial del país para esas actividades.
Consultadas respecto de los factores que tienen en cuenta para determinar su estrategia de inversión en Argentina, las empresas del sector privado señalaron ante todo la importancia del tamaño del mercado y su potencial de crecimiento, con 66 por ciento; seguido de la estabilidad política y económica, con 62; y la calidad de los distribuidores internacionales, con 58 por ciento.