BUENOS AIRES (DyN) - La polémica resolución 125 quedó sin efecto, pero no cerró el conflicto con el agro, que sigue teniendo dudas sobre sus reales alcances. Las entidades ruralistas reclamaron ayer que continúe la discusión con el gobierno por una política agropecuaria que contemple a los pequeños productores, a las economías regionales, a la lechería y a la ganadería, y para ello consideraron que el Ejecutivo debe designar "un interlocutor que entienda y tenga poder de de decisión".
"Por supuesto que tiene que ser urgentísimo", subrayó a radio 10 el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati, en alusión al reinicio de las conversaciones entre el gobierno y el campo, luego de la derogación de la resolución 125, que estableció el esquema de retenciones móviles para las exportaciones agropecuarias y disparó el conflicto.
El gobierno dejó sin efecto a partir de mañana la resolución 125 y ordenó retornar los derechos vigentes previos al 11 de marzo. No obstante, las exportaciones realizadas desde esa fecha hasta mañana (cuando se publiquen las resoluciones en el boletín oficial) quedaron alcanzadas por la polémica resolución.
Por eso se espera que recién a partir de esta publicación comiencen a normalizarse las exportaciones de soja almacenadas durante el conflicto.
Biolcati consideró ayer que los ruralistas tienen que "trabajar con un interlocutor que entienda y tenga poder, cosa que no hemos tenido nunca en este gobierno, porque el que entendía no tenía poder y el que tenía poder no entendía". Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural, Luciano Miguens, consideró como "un paso adelante" la derogación de la 125, pero subrayó que "ahora resta fijar compensaciones para los pequeños productores". Asimismo, consideró que "se necesitan interlocutores válidos para poder discutir un proyecto agropecuario" y dijo que habrá una reunión de la mesa de enlace para definir acciones.
En la misma línea, el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Néstor Roulet, también sostuvo que fue "un paso muy grande" la derogación de la resolución, y consideró que ahora es el momento de "sentarse en una mesa grande para hablar de política agropecuaria".
El ruralista opinó que es necesario establecer "una mesa con reglas de juego claras", para los distintos sectores productivos como la "ganadería y la lechería" para lograr "sustentabilidad".