Juan Martín del Potro llegó a su segunda final consecutiva. Se mantiene sin perder sets en el ATP de Kitzbühel y lleva nueve victorias al hilo sobre polvo de ladrillo. Hoy, desde las 9, definirá el título con el local Jurgen Melzer.
Del Potro dio otra muestra de su jerarquía. El juvenil de 19 años superó al rumano Víctor Hanescu, por 6-3 y 7-6 (7/5), en una de las semifinales del certamen austríaco.
El muchacho sabía que Hanescu era un rival de cuidado, que encima llegaba inspirado después de consagrarse el pasado domingo en Gstaad.
Ayer jugó con mucha autoridad, manejó los ritmos del partido y cuando tuvo que sacar a relucir el temple, lo hizo en el tie break, donde dominó con su servicio.
El argentino, 44 en el ranking mundial, estuvo intratable con su servicio, muy contundente y seguro con su derecha y sumamente preciso con el revés.
Fue más que el europeo a lo largo de todo el partido y logró el merecido triunfo.
Del Potro logró su primer quiebre de servicio en el sexto juego del primer capítulo y sentenció el set con otro rompimiento en el noveno game.
El segundo set fue sumamente equilibrado, sin que ninguno de los dos lograra romper el servicio. El que más cerca estuvo fue Hanescu, cuando estando empatado en 5 y ventaja de 40-15 con el saque del argentino, dejó pasar esa oportunidad.
Después, en el tie break, Del Potro se colocó 6 a 3 arriba. El rumano acertó con sus dos saques y achicó a 6-
5, pero nuevamente al argentino lo ayudó su servicio y estableció el 7-5 para cerrar el partido y meterse otra vez en una final.
A lo largo de la "semi", el argentino ganó el 83 por ciento de los puntos que jugó con su primer servicio (33 de 40) y aprovechó dos puntos de quiebre sobre tres oportunidades.
Su rival de hoy será el austríaco Melzer, quien venció en la otra semifinal al italiano Potito Starace, por 6-4, 6-7 y 6-3.
Del Potro, hincha de Boca y casi seguro integrante del equipo de Copa Davis que en setiembre jugará una de las semifinales ante Rusia, intentará ganar otra final y lograr el tercer título del año para el tenis nacional, después de su coronación en Alemania y la de David Nalbandian en el ATP de Buenos Aires.