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Remodelarán El Recreo, de Roca, para convertirlo en hotel | ||
La casona es monumento histórico-cultural de la ciudad | ||
ROCA (AR).- El imponente edificio de "El Recreo", construido hace casi 100 años, que fue escenario de los encuentros sociales más importantes de esta ciudad, tiene hoy un nuevo dueño que decidió sacarlo de su agonía y ponerlo nuevamente en actividad. El impulsor de esta iniciativa es el empresario Javier Martín, quien ambiciona restaurar la gran casona y convertirla en un moderno hotel con 30 habitaciones y una pileta que podría comenzar a funcionar a partir de febrero del 2009. El edificio "El Recreo", reconocido como monumento histórico y cultural por el Concejo Deliberante local, se encuentra ubicado a pocos metros de la rotonda que une la Ruta Nacional 22 y la Provincial 6 y fue construido por Juan Cremella a pedido del propietario del lugar, don Evaristo Alonso, un comerciante de nacionalidad española. Según los archivos, oficialmente fue inaugurado el 12 de diciembre de 1915, cuando abrió sus puertas a la vida social como bar, confitería y salón de fiestas. La gran casona, como solían llamarla, lucía una fisonomía de esplendor, con paredes tapizadas y cuadros de pinturas al óleo, pisos de pinotea con enormes alfombras rojas, mobiliario de roble, vajilla de plata. espejos biselados, cielo raso con molduras en forma de escudos y la amplia escalera de roble por la que se accedía al salón destinado a las familias para tomar el té, cenar y bailar. Lamentablemente, el abandono y descuido de la propiedad dejó en pie solo la imponente estructura, que se puede observar desde la ruta, pero en su interior nada más que escombros y telarañas. "En todos estos años el edificio ha sido punto de saqueos, robos, escondites y lugares secretos para los amantes", contó Javier Martín, el actual dueño de El Recreo. Desde el año 2006, cuando Martín compró la propiedad donde funciona la parrilla y la oficina de Turismo municipal, veía con anhelo al edificio colindante pues deseaba convertirlo en un moderno hotel, y así aprovechar su ubicación privilegiada, por donde pasan cientos de vehículos. "En junio del 2006 compré la parrilla, y 2 ó 3 meses más tarde me ofrecieron el hotel, que me lo dieron a cambio de un departamento, lo que para mi fue una equivocación, porque eso vale mucho más", comentó Martín. Desde hace dos años fue sacando de a poquito todo lo que no servía o estaba roto del interior del edificio, quedando solo las paredes, el techo y las vigas. Como está declarado patrimonio histórico-cultural de la ciudad, el nuevo propietario debe mantener la fachada del lugar aunque todo lo que sea interior se puede modificar. "La idea es volver a tener un hotel, donde en una primera etapa, que se inauguraría en enero/febrero del 2009, se construirían 16 habitaciones, un snackbar, un patio con pileta, y la instalación de internet", detalló Martín. | ||
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