"No hay mal que por bien no venga". Recuperado del duro golpe que la oposición le asestó al gobierno nacional en el Congreso, el jefe del bloque del PJ, Miguel Pichetto, volvió a criticar al vicepresidente Julio Cobos por "anteponer su conciencia a un tema de Estado", pero admitió que el desenlace del largo conflicto con el campo revalorizó el rol del Parlamento.

A su juicio, también el de la Presidenta: "Terminado el jaque del sector agropecuario -afirmó-, podrá reformular la Concertación, proponer una nueva agenda, mejorar el sistema de comunicación y decidir en el momento en que lo considere oportuno, cambios en su gabinete".

En entrevista con "Río Negro", Pichetto midió a medias sus palabras, pues acusó al titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi de "ser contradictorio y trabajar para los grandes intereses". "Que ahora (por Buzzi) no venga a reclamar lo que no va a tener", desafió.

-Se lo señala como uno de los grandes perdedores por lo que pasó en el Senado ¿Hizo su balance de la jornada que terminó en la madrugada del miércoles?

-Se revalorizó el Congreso. Hubo un debate abierto y se escucharon todas las voces. No hubo presiones, ni barras que agredieran o insultaran.

-Corrieron muchas versiones... que iba a renunciar la presidenta, que usted se peleó con Néstor Kirchner...

-Las desmiento. Hay mucha literatura, hasta se dijo que sufrí una descompensación arterial. Igual no tengo rencores. Cumplí: defendí a mi gobierno hasta el último minuto y junté a la mayor cantidad de senadores que pude. Tuvimos deserciones propias y fallaron los aliados. La concertación K no aportó nada.

-¿Está herido de muerte el gobierno? Usted lo dijo.

-No. Tenía preparado un discurso técnico pero lo tuve cambiar y darle dramatismo para tratar de forzar a algunos senadores (Corregido y Quintela) y hasta al propio Cobos. Igual no es un hecho menor el golpe que recibió el gobierno, con la ayuda de los oportunistas del justicialismo y los aliados circunstanciales.

-El que golpeó más duro fue Cobos...

-...no debe haber muchos precedentes de que un vicepresidente vote en sentido contrario al Ejecutivo. Resolvió de acuerdo con su conciencia, equivocadamente. La antepuso a un tema de Estado. Y quiso abrir un cuarto intermedio cuando había una gran tensión en el país para negociar no se sabe qué, en la oscuridad.

-¿Cuándo lo emparentó con Judas, sabía que Cobos iba a votar en contra?

-No le dije Judas, sólo traje a colación una cita bíblica. Lo hice a sabiendas de cuál sería el resultado. Tenía la presunción cierta. No se podía dilatar más la situación.

-¿Y ahora que Cobos votó en contra, cree que debe irse?

-Vamos a ver cómo se desarrollan las cosas. Sostuve que si lo hacía se alejaba del gobierno, porque su lugar es el Poder Ejecutivo. Eligió, inconvenientemente, colisionar con su propio gobierno... pero hoy (por ayer) ya está rescatando el rol de la Presidenta, que reaccionó muy bien y respetó la decisión del Congreso.

-¿Qué pasará con la Concertación?

-Se abre una etapa de análisis, de reformulación. Fue doloroso no tener apoyo de los aliados. En el plano parlamentario, la alianza fracasó. Habrá que ver si se acuerda en grandes objetivos o se le permite al vicepresidente actuar con absoluta autonomía, algo que no funciona en ninguna parte.

-¿Qué pasará con el gobierno?

-Hay una oportunidad. La presidenta es una estadista, con reflejos. Volvió a diciembre en el tema de las retenciones después de haber escuchado la voz del Congreso. Puede, ahora volver a construir una nueva agenda política y social y en el momento que ella lo considere oportuno, hacer cambios en el gabinete.

-¿Cómo juzga el comportamiento de Cobos, después de la sesión en el Senado?

-Hizo un paseo triunfal, con un nivel de exposición muy alto. Otro error.

-¿Su relación personal con Cobos no tiene vuelta atrás?

-No tengo un problema personal con nadie. Si me lo encuentro en el pasillo, lo saludo. Nunca insulto a nadie. Mi posición es política, como jefe de la bancada oficialista. Cobos debe ser la sombra de la Presidenta y acompañarla a todos los actos. No hay mal que por bien no venga.

-Buzzi celebró la limitación de la 125, pero volvió a decir que es insuficiente, porque no resuelve los problemas de los medianos y pequeños productores.

-Son las contradicciones de Buzzi. Cambia los objetivos. Se volvió, como pedían las entidades agrarias, a las retenciones fijas vigentes en diciembre y ahora se queja de las retenciones móviles que nos hubiesen permitido, segmentando, restituir 800 millones de dólares a pequeños y medianos productores. Eso demuestra que estuvo trabajando para los grandes intereses.

ARNALDO PAGANETTI