CIPOLLETTI (AC).- EL cónsul honorario de Israel en el Alto Valle y presidente de la Asociación Israelita de Cipolletti, Allen y Neuquén, el doctor Hernando Grosbaum, tuvo conceptos muy sentidos para con las víctimas y sus familiares y los que resultaron heridos -con secuelas físicas y psíquicas que se mantienen- en el terrible atentado a la mutual AMIA en Buenos Aires.

"Justicia, Justicia, Justicia debes pedir", dijo Grosbaum, interpretando una cita de la Torá. La Asociación que dirige el cónsul Grosbaum comenzó sus actividades recordatorias el jueves, en el Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén, cuando se proyectó el estremecedor filme "18-J". Y ayer el clamor de justicia y la honra de la memoria de los que cayeron por el atentado asesino, como asimismo el deseo de que se haga justicia, fue memorado con campanadas de iglesias y templos de todos los credos y sirenas de bomberos y policías en la capital neuquina, Allen, Cipolletti, Plottier, Chos Malal, Zapala, Cinco Saltos , entro otras.

Exactamente a la hora de fatídico ataque, las 9.53, se rezó en la Asociación Israelita de calle Yrigoyen de Cipolletti el Kadish, una oración por las víctimas. Anoche también se las honraba en la misma asociación con el Kabalat Shabat y mañana, siempre en el salón de calle Yrigoyen, a las 17, se proyectará "18-J".

"En esta fecha en especial, aunque el sentimiento se viene manteniendo todos los días a lo largo de esos 14 años, se mezclan con tremenda intensidad el dolor por los que murieron, y por los que fueron y siguen siendo física y psíquicamente afectados, con una sensación de impunidad, de que no se ha hecho aún justicia con los responsables materiales ni sus ideólogos", dijo Grosbaum. Y dejó como reflexión final una cita de rabinos de hace más de mil años: "cuando la maldad comienza es como un transeúnte que pasa por la calle. Cuando se repite se convierte en huésped y si continúa pasa a ser la dueña de la casa". Por eso, dijo, hay que cortar esa maldad con justicia.