BUENOS AIRES (Télam).- La justicia laboral consideró injustificado el despido de un trabajador por reiteradas llegadas tarde y ausencias sin aviso, y desestimó los testimonios adversos de los compañeros del empleado separado.
La empresa, una proveedora de gas natural comprimido, se desprendió del trabajador el 5 de diciembre de 2006, al alegar que "incurrió en sucesivas faltas injustificadas y sin aviso y que recibió severas amonestaciones".
"En el mes de octubre de 2006 llegó tarde cuatro veces (días 1, 7, 8 y 29) y tuvo dos faltas sin aviso ni justificación (días 15 y 23)", mientras que en noviembre del mismo año "llegó tarde tres veces (días 2, 19 y 26) y faltó sin aviso ni justificación en una oportunidad (día 12)", agregó la firma.
Sin embargo, los camaristas Julio Vilela y Graciela González entendieron que le correspondía a la empleadora "acreditar las faltas supuestamente cometidas... para luego evaluar si las mismas revestían la gravedad suficiente que justificara su despido".
Los compañeros de trabajo aportados para probar los incumplimientos los confirmaron, pero los jueces subrayaron que ninguno de ellos compartía más que fugazmente el horario laboral con el afectado, "por lo que mal pueden testimoniar sobre las ausencias sin aviso, y mucho menos sobre las llegadas tarde".
Los jueces coincidieron en salvaguardar el principio según el cual los antecedentes desfavorables de un trabajador pueden ser utilizados para justificar un despido, siempre que exista un hecho desencadenante para concretarlo. "Mientras el hecho detonante no se verifique, los antecedentes no pueden ser analizados porque o no han merecido sanción o han sido perdonados", dijeron.