ALLEN (AA).- La Inspectoría de Trabajo de la ciudad de Allen se encuentra acéfala. Sucede que desde hace más de dos meses carece de la figura del delegado. Se complican las acciones cotidianas y se genera una dependencia de la oficina de General Roca.
A la deriva. Así se encuentra por estos días la Inspectoría de Trabajo allense que no cuenta con un responsable máximo que lleve adelante la conducción de la dependencia.
En el lugar trabajan cuatro empleados. Uno de ellos se encuentra con licencia por enfermedad desde hace ya varios meses y otro por vacaciones.
Al no haber una estructura jerárquica consolidada, los trámites que allí se llevan adelante tienen que pasar obligatoriamente por las manos de un superior. Convenios, homologaciones y otras gestiones oficiales tienen que, necesariamente, ser remitidas desde la Inspectoría de Trabajo de Allen al delegado de General Roca.
También, cabe destacar que el último jefe que tuvo la delegación Allen fue de General Roca.
Luego se hizo cargo el subdirector de interior de la Secretaría de Trabajo Enrique Molina, pero actualmente y desde hace ya dos meses el cargo de delegado está acéfalo.
Durante los últimos días la Inspectoría de Allen tuvo muchísimo trabajo. Hubo conflictos gremiales y un gran movimiento legal administrativo por el traspaso de todo el personal de un supermercado local a manos de sus nuevos dueños. Sin embargo, todas las acciones se llevaron adelante con muy pocos recursos.
A la carencia de la figura del delegado se le suma la falta de movilidad que tiene la Inspectoría para poder concretar distintos trámites.
Con relación a las audiencias que ya están fijadas a corto plazo el panorama es incierto. Seguramente se tendrá que solicitar un cuarto intermedio hasta tanto la Inspectoría de Trabajo de Allen cuente con un delegado. Momentáneamente ante este tipo de casos viaja a Allen el delegado de General Roca, siempre y cuando no se superpongan los horarios de audiencias en ambas localidades.