El gobierno esperaba recaudar este año unos 11.000 de los 24.000 millones de dólares que genera la cosecha de la soja, sólo por tarifas aduaneras, sin contar otros impuestos, pero la nueva medida puede significar que el fisco reciba, como el año anterior, unos 9.000 millones de dólares.
La decisión pondrá en marcha nuevamente el mercado cerealero externo -que junto con manufacturas agroindustriales representan unos 35.000 millones de dólares anuales- que estaba paralizado desde hace 130 días por el conflicto con los agricultores en rebelión fiscal y favorece a los productores que aún retienen 28 de los 46 millones de toneladas de soja cosechadas.
La mayoría de los mercados internacionales, entre ellos el de Chicago, aguardaban un desenlace a la crisis agraria, por ser Argentina primer exportador mundial de harinas y aceites de soja, el cuarto de trigo, el segundo de maíz -detrás de Estados Unidos- y el tercero de granos de soja.
Durante un acto para recibir a su par de Lituania, Valdas Adamkus, la presidente Cristina Fernández de Kirchner, prefirió hablar de otros temas y no mencionó la derrota en el Senado para el proyecto oficial de retenciones móviles. Recordó el atentado a la AMIA, al destacar que "hoy tenemos aquí una buena señal para recordarnos las cosas que nos unen y hermanan y que juntos tenemos que combatir como son la intolerancia y el terrorismo global".
La Presidente no pudo concurrir hoy al acto central en la sede de la AMIA por los 14 años del atentado debido a la reunión con su par lituano, pero aprovechó el encuentro con Adamkus para recordar "este triste día para los argentinos".
Pidió a Adamkus, que "interceda" ante los países de la Unión Europea "para que revisen esa odiosa política migratoria que es vejatoria". (AFP)