SIERRA GRANDE (ASG).- La denuncia pública que hizo una trabajadora sexual contra un funcionario municipal, de exigirle favores sexuales por trabajo, destapó un mundo que se oculta en la oscuridad de la noche, hasta aquí desconocido para muchos en esta ciudad.
Funciona una especie de zona roja en inmediaciones de la Ruta Nacional Nº 3 que nadie quiere ver y que debilita los reclamos de las alternadoras que buscan y reclaman por una libreta sanitaria que se otorga solo a las que trabajan en locales nocturnos.
Algunas alternadoras obtuvieron su libreta mientras trabajaron en alguno de esos locales, pero a la hora de la renovación aparecieron los problemas.
"Queremos que nos dejen trabajar libremente en la calle, que nos firmen la libreta sanitaria" repitió una y otra vez Lorena Escudero, una trabajadora sexual que irrumpió en una reunión de la comisión de género de la Legislatura que sesionó en esta ciudad esta semana y denunció que el secretario de Inspección Municipal cambiaba trabajo por sexo.
Narró lo difícil que se hace para 22 mujeres que trabajan en la noche en las calles y en inmediaciones de la transitada Ruta Nacional Nº 3. Todas estas chicas optaron por salir de las whiskerías porque quieren ganar su propio dinero sin dejar comisiones. Por eso las inmediaciones de los playones de las estaciones de servicio y la vera de la ruta se convierten en lugares con una demanda segura y que justifican su salida de la relación de dependencia, porque duplican los ingresos.
Llama la atención que estas mujeres visten de manera discreta para que nadie las identifique como trabajadoras sexuales; saben a quién ofrecer el servicio, que va desde los 30 a los 60 pesos "el pase".
Algunas, exclusivamente trabajan en los camiones estacionados que hacen un alto en la noche en esta ciudad. En cambio otras, como no tiene lugar fijo, van a hoteles, casas o donde sea.
Las mujeres creen que la creación de una zona roja, puede ser la solución a su problema, hasta por razones de seguridad y salubridad. La semana que viene el gremio de AMMAR, que protege a las trabajadoras sexuales estará en Sierra Grande para profundizar en el tema. También la comisión de género de la legislatura se llevó el tema para tratamiento.
Desde el municipio insisten una y otra vez con que las mujeres que no cuenten con un domicilio laboral no tendrán libreta sanitaria, El intendente Nelson Iribarren anticipó que no avalará esas libretas porque no pueden torcer la ordenanza vigente. Opinó además que hay que trabajar en una ley para encuadrar o no a estas mujeres porque "no puedo otorgar una libreta para trabajar en una estación de servicios, porque violo la propiedad privada, no puedo protocolizar un delito" acotó.