NEUQUÉN (AN)- El Ente Provincial de Agua y Saneamiento retomó la tarea de colocar medidores de agua en los barrios Copol, 14 de Octubre, Salud Pública, Patagonia y Mercantiles, ubicados en una de las áreas más desérticas de la ciudad de Neuquén.
La presencia de cuadrillas y la instalación de aparatos de micromedición reavivó el temor expresado por los vecinos de que el organismo provincial tarife en forma diferenciada el servicio que presta con respecto al resto de la capital.
Es que si bien el EPAS ha argumentado repetidamente que lo que busca es "conocer el comportamiento de la población" en cuanto al uso del agua, desde el ente se ha reconocido que el fin de medir es cobrar por el líquido que realmente usan los contribuyentes.
"Golpean la puerta, si sale alguien entregan una cartilla explicativa y si no hay nadie, rompen la vereda y colocan compulsivamente los medidores", comentó V.M., vecino de Salud Pública que pidió el anonimato.
"No nos oponemos a la medición del agua sino a la falta de equidad, porque por lo que se sabe seremos los únicos de todo Neuquén con medidores... nos preguntamos por qué causa los sacaron de Santa Genoveva el año pasado", expresó una vecina de Mercantiles. Recordó que con un argumento similar al esgrimido por el EPAS, otras prestadoras "avanzaron en diferentes sectores de la provincia de Buenos Aires y de la Capital que ahora pagan más que usuarios de otras zonas por el mismo servicio".
La cartilla informativa asegura que toda la ciudad será medida, sin embargo los usuarios desconfían porque "cada verano el EPAS promete que habrá agua y siempre falta".
"Al medir usted sólo paga por el agua que consume, mientras que el actual sistema de cobro es injusto para todos los vecinos", dice el folleto.
La empresa estatal tiene previsto instalar medidores en unas 1.000 casas. A esta etapa seguiría otra, aunque en este caso se extendería a la ciudad, con un posible aumento en la tarifa que según se afirma está "muy por debajo" de lo que pagan los usuarios de Cipolletti y Plottier.