VIEDMA (AV).- Detienen a un hombre por su presunta participación en dos robos a mano armada de los que resultó víctima el propietario de una agencia de viajes de Viedma que además funciona como una casa de cambios de moneda extranjera.
El detenido es un hombre de unos 35 años oriundo de Buenos Aires, pero que habría sido un frecuente visitante de esta ciudad, donde además habría purgado al menos una condena por un hecho delictivo cometido en la zona.
El juez penal Carlos Reussi, indagó ayer al detenido, quien habría sido reconocido por más de una persona en una rueda de reconocimiento dispuesta en Tribunales.
Según se supo, la investigación iniciada por los dos asaltos a mano armada incluyó a esta persona como sospechosa y luego de varios meses, este martes fue detenido por la Policía de Viedma. El juez habría ordenado otras medidas al margen de la declaración indagatoria del detenido, quien declaró. El juez lo indagó por los dos hechos, confirmando de esta manera que el imputado está sospechado de ser el autor en los dos asaltos a mano armada al mismo comercio con cuatro meses de diferencia uno de otro.
Dardo Idiard, propietario de "La Araucaria" una agencia de viajes que funciona como casa de cambio de moneda extranjera, fue asaltado por primera vez en setiembre del año pasado, oportunidad en que recibió un disparo que lo alcanzó en una pierna, mientras atendía a su ocasional cliente en su oficina privada ubicada entonces en Colón entre Rivadavia y Tucumán.
Luego de este primer asalto el negocio se mudó a media cuadra de allí y a escasos metros de la Secretaría de Trabajo donde se mantiene una custodia policial permanente.
Pasaron cuatro meses del primer hecho cuando cerca del mediodía del 14 de diciembre del año pasado, dos hombres de entre 35 y 40 años y bien vestidos, llamaron a la puerta del negocio -al que sólo se puede acceder si se abre desde adentro por razones de seguridad- que el mismo propietario habría abierto. Los supuestos clientes indicaron el trámite que requerían y fueron atendidos personalmente por el propietario en su despacho privado, escenario del asalto y las lesiones. Ya en el ese lugar los hombres extrajeron un revólver y obligaron a Idiard a entregar el dinero, exigencia a la que se habría resistido y habría recibido un culatazo en la cabeza que le dejó un corte en el cuero cabelludo y otro en la ceja derecha con una pérdida importante de sangre.