NARBONA (DPA) - La "Cobra" se envenenó a sí misma. El "rey de la montaña" Ricardo Riccó se convirtió en el primer astro que dio positivo de doping en la edición 95 del Tour de France, otra vez golpeado por prácticas deshonestas. La clase demostrada por el ciclista del equipo Saunier-Duval en las escaladas siendo un engaño.
A imagen y semejanza de su ídolo Marco Pantani, la "Cobra" también recurrió a las sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento.
Los ataques al pelotón del portador de la camiseta de montaña silenciaron a la competencia y alimentaron las dudas. Y ayer quedó demostrado que las sospechas tenían fundamento.
A Riccó se le encontraron restos de CERA (Continuous Erythropietin Receptor Activator), la llamada EPO de tercera generación, en una muestra recogida el 8 de julio tras la etapa contrarreloj de Cholet.
El pedalista italiano de 24 años y 1,59 metros, ganador de dos etapas y líder de la clasificación de la montaña, estaba siendo uno de los figuras de la prueba.
Riccó fue encarcelado y la policía de Pirepoix lo interrogó después de registrar su habitación. Los agentes también registraron el autobús de su equipo, el Saunier Duval.
"No me sorprende que sea Riccó", señaló el luxemburgués Kim Kirchen, líder del Tour hasta el pasado lunes.
"Es triste pero esto prueba que los controles funcionan", aseguró el australiano Cadel Evans.
Riccó fue objeto de cinco controles desde que comenzó el Tour en Brest, y se había quejado por el trato que recibía después de ser segundo del Giro d'Italia.