NEUQUÉN (AN).- Hay muchos termómetros que sirven para medir el éxito de una banda. En Argentina tenemos uno que le asigna al artista un lugar privilegiado: el estadio Obras Sanitarias. Conquistar el "templo del rock", te puede subir la autoestima bien arriba. Sobre todo si la coronación te llega tras veinte años de trabajo.
Del suceso puede dar fe Massacre, el power quinteto de skaters que hizo explotar el Obras el 31 de mayo en la presentación de su último disco. Solos por primera vez demostraron que la banda creció. Pero creció "con el molde del pibe que se tira al escenario con las bermudas y las zapatillas de skater", como dijo el cordial e histriónico Walas (Guillermo Cidade), voz líder de la banda al teléfono desde Buenos Aires.
"De nosotros siempre se dijo que somos una banda de culto, para pocos, para entendidos. Entonces llegar a un lugar tan simbólico como el Obras, que siempre fue sinónimo de éxito, de consagración, es un acto importantísimo", consideró Walas.
Airosos, pero sin desbordar de vanidad, y todavía sorprendidos por la convocatoria, los Massacre (Walas en voz, Bochi en bajo, Charly en batería, Fico en guitarra acústica y Pablo en guitarra) se preparan para tocar hoy en Cipolletti (¡por primera vez!) junto a otras bandas, la mayoría de amigos. Ahí dejarán en vivo los temas de su placa más reciente "El Mamut", producida por Juanchi Baleirón.
-¿El éxito les alimenta el ego?
-Y sí... Nosotros ahora estamos contentos. Se nos está alimentando el ego, se nos está subiendo la autoestima, sobre todo porque tuvimos muchos años de no tener eso, es como que nos acostumbramos demasiado a ese lugar de banda de culto.
-¿Ahora son más populares?
-Nosotros vivimos un fenómeno social bastante interesante que nos lleva, entre comillas, al terreno de lo popular. Porque lo cool ya sabemos: lo van a ver pocos con entradas caras y lo popular vas a verlo a la cancha. Nosotros empezamos a trascender ese límite. Bandas no populares que de repente, como en nuestro caso por una suma de factores, trascendieron de cool a popular. Ahora vamos por la calle y no nos saludan solamente rockeros, también señoras con los chicos
-¿Qué factores influyeron?
-Son varios los factores que hacen que ahora seamos conocidos. Todos se dieron en el período 2006-2007. Uno fue haber hecho la música para la película "Cara de Queso" de Ariel Winograd; otro que los Catupecu hicieran un tema nuestro ("Plan B") y lo hayan convertido en un hit, eso también hizo que la gente se fijara en Massacre. Y también participar en los festivales.
-"El Mamut"fue como el gran salto. ¿Es el mejor disco?
-Es el disco mejor producido, mejor mostrado, mejor traducido al idioma de ponerlo en un video clip. Obviamente "El Mamut" nos trajo un montón de público nuevo mayoritario con respecto al público anterior. .
-¿Es un disco más simple?
-Noooo... tiene toda la complejidad de los discos anteriores, pero quizás en menores dosis en cuanto a la duración. Lo que hicimos en este disco fue simplificar un montón de cosas y que las dosis de locura sean breves o estén como más acotadas.
-En "La octava maravilla" hablas del rock marquetinero, ¿les molesta esa movida?
-¡No, no, no! Aparte entendemos que una cosa es el rock actual y otra es el rock original. En "La octava maravilla" yo digo llega un fenómeno clandestino desde África, un canto de esclavos que recayó en el blues y el blues tuvo un bebé que se llamó rock and roll. Todo eso tuvo un sentido, un por qué. Hoy en día ya no tiene sentido, ya no es antisistema, ya no es para voltear gobiernos, ya no es el canto del oprimido, sino que es otra cosa.
-Y los rockeros son los dioses de nuestro tiempo...
-Sí y nosotros estamos definitivamente en ese rock moderno que busca otros estímulos y otros significados. Nosotros buscamos tratar de usarlo de vehículo de otro tipo de emociones, de estímulos y divertirnos. Pasarla bien y tocar cada vez mejor.
-¿No pasa por bajar una línea política o mandar un mensaje?
-Alguna cosita se puede gritar, lo que pasa es que nosotros ya estuvimos tanto tiempo en el under...Si hoy tenemos que tirar mensajes, una de las cosas contra la que nos tiramos es contra la falopa. En todos los recitales les decimos a los chicos ¡la falopa es una mierda!
-¿La creatividad es un valor fundamental para ser músico?
- En nuestro caso sí. Nosotros somos una banda progresiva porque eludimos lo obvio. Tenemos fobia hacia lo previsible, lo esperable. No nos interesan los géneros tradicionales. Nos gusta siempre laburar sobre la página en blanco o el salto al vacío.
-Más alejado de las fórmulas del éxito...
-¡Ah eso sí!, eso te juega en contra para el éxito total. Es decir, podés laburar sobre una fórmula probada del éxito que es bastante fácil y no tiene riesgo. En cambio a nosotros nos costó 20 años llegar al Obras exactamente por eso, por jugar con fórmulas que no están probadas. Y que ahora, por suerte, le gusta a muchos.
FLORENCIA LAZZALETTA
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