NEUQUÉN (AN) - Como a fin de año se cumple el plazo para desalojar el refugio Luan y aún no se encuentra un espacio adecuado para reubicar a cientos de animales, los concejales decidieron convocar a autoridades provinciales y municipales a fin de encontrar una salida antes de que el conflicto explote.

Los ediles quieren encuadrar a Luan dentro de una figura legal que la obligaría a desempeñarse "con normas específicas".

Tanto apuro se funda en que una ordenanza conmina a los responsables del refugio -Marta y Esteban Zupanovich-a relocalizar a los animales en cautiverio antes del 31 de diciembre.

Con esta polémica norma se despidió la antigua composición del Deliberante, en su última sesión del 5 de diciembre del 2007.

La aprobación generó el rechazo generalizado de la población porque Luan no caza ni compra animales, sino que recupera y cuida los que le acercan enfermos y heridos, los que sus dueños no pueden tener y los rescatados por los guardafaunas.

"Queremos dar una vuelta final para cerrar definitivamente este asunto", dijo la concejal Mercedes Lamarca (Libres del Sur), que preside la comisión de Ecología y Medio Ambiente.

Lamarca hizo extensiva la convocatoria a los integrantes de las comisiones de Obras Públicas y de Hacienda, pero de los 18 concejales esperados sólo asistieron seis, incluida ella: Luis Jalil, Jorge Chaneton, Janette Ampuero (MPN), Darío Martínez (PJ) y Olga Fernández (UCR).

"Luan no es zoológico, ni reserva ni refugio", despotricó Jalil, que puja por que los animales sean devueltos a su hábitat natural. Opinó que la provincia y el municipio tienen la palabra final.

Adujo que "si Luan quiere funcionar como refugio que lo haga como tal, con seguridad e instalaciones adecuadas".

La concejal Fernández explicó que Luan "debe registrarse en el municipio bajo alguna nominación" y de acuerdo a ello "cumplir normas. Por esta razón pediremos asesoramiento al gobierno en función a una ley provincial".

La anterior administración provincial proyectaba relocalizar a Luan en las 127 hectáreas (La Sirena); sin embargo con el cambio de autoridades el destino del predio cambió. El refugio también recibió una oferta del municipio de Plottier, pero las tierras resultaron inundables.