Jueves 17 de Julio de 2008 Edicion impresa pag. 42 > Cultura y Espectaculos
MEDIOMUNDO: Espíritu adolescente

¿Es capaz una canción de cambiar el mundo? Un poco, tal vez. De lo que si podemos estar seguros es que una canción, cada tanto, tiene el poder de reflejar la vida de una persona. Su autor nos habla al oído y vemos pasar el mundo igual que un video clip. Y eso es un principio.

El fin de semana pasado leí un artículo en "Página/12", firmado por Roque Casciero, acerca de una serie de documentales que produjo el canal CMT en 2003 y que emitirá desde este domingo la señal VH1, dedicados, por cierto, a las canciones que cambiaron el mundo.

Hay muchas que podrían considerarse clásicos contemporáneos: "Staying Alive", de los Bee Gees y "Like a Virgin", de Madonna, entre otras. El artículo en cuestión hace hincapié en el tema con que abre el ciclo: "Smell like Teen Spirit".

La sola anécdota que narra Casciero acerca del nacimiento de la canción puede considerarse un signo de los tiempos. De cómo, Hanna, una chica con la que Kurt Cobain salía escribió en una la pared la frase: "Kurt huele a Espíritu Adolescente", en referencia al desodorante Teen Spirit que usaba una amiga, y que el rubio transformó en la feroz consigna de una revolución musical.

La canción de Cobain adquirió la categoría de himno e inauguró una estructura sonora que cientos de otras bandas copiarían en los años siguientes. Básicamente la fórmula compositiva imita a la naturaleza. Antes de que estalle la tempestad, un delicado murmullo se deja oir en el aire. Así es "Smell Like Teen Spirit", un proceso que va de la quietud al ruido ensordecedor. La letra es un código cifrado, generacional. Dice muchas cosas y al mismo tiempo ninguna.

Canta Cobain, una y otra vez a lo largo de los cinco minutos que dura el tema: "Carga las pistolas y trae a tus amigos. Es divertido perder y disimular (...) Soy el peor en lo que hago mejor. Y me siento bendecido por este don. (...) Aquí estamos, entreteniéndonos. Un mulato, Un albino, Un mosquito, Mi libido."

Además de un hit, el single fue un escupitajo de fuego para las generaciones anteriores que en ese momento conducían los destinos del país. También recibieron lo suyo, padres, tíos y abuelos ¿Acaso no sabían los adultos qué tan enojados y hastiados estaban los chicos criados a base de hamburguesas y MTV? ¿Existía la posibilidad de que los jóvenes del fin de siglo no se mostraran nada dispuestos a perpetuar el sueño americano?

Curiosamente, y contradiciendo lo que expresa la letra, Kurt Cobain logró con "Smell..." su trabajo más acabado y en eso fue el mejor. Representar un sueño colectivo es casi mesiánico.

En el documental Tori Amos asegura: "El abrió un camino que ahora necesitamos. Cuando murió, murió un gran visionario. 'Smells...' fue como una inyección que impulsó a la gente a elegir lo que quería hacer con su vida y con sus cuestionamientos, le brindó energía a una generación".

Tiempo atrás Gus Van Sant, filmó una película que está a mitad de camino del documental donde narra las horas finales del líder de Nirvana. De a ratos "Los últimos días", parece un chiste al que sólo los entendidos tienen acceso. En otros momentos, la claridad con que son expuestos los hechos resulta perturbadora y dolorosa.

Quién sino Kurt Cobain estaba en condiciones de pagar el precio por escribir un testamento poblado de lucidez. Cobain no pensó precisamente en Latinoamérica cuando escribió "Smell...". A lo sumo quería conjurar su propia angustia. Su canción fue más allá de cualquier pretensión de grupo cerrado. Atravesó las fronteras y se volvió una herramienta de protesta en sociedades distintas.

En el filme de Van Sant, se observa a un joven herido, un fantasma aterrado del contacto con los otros, incapaz de pronunciar palabras coherentes. Su único medio de expresión es una música desgarradora.

¿Qué dice realmente Smell Like Teen Spirit? ¿Por qué habría de movilizar mi mundo? Esa es una respuesta que cada cual puede encontrar por sí mismo. Hay un tono, un color y una forma estética que lo hacen el estandarte de la postura rebelde de fines de siglo: "Nevermind, lo que sea, da igual". Crudo al tiempo inocente. Delicado y a abrumador como un poema.

No cualquiera huele como un espíritu adolescente.

 

CLAUDIO ANDRADE

candrade@rionegro.com.ar

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