Miércoles 16 de Julio de 2008 Edicion impresa pag. 10 > Regionales
Cada viaje es un riesgo para los enfermos renales
Tres veces por semana van a Viedma desde San Antonio, Valcheta y Sierra Grande. Reclaman un centro de diálisis para la localidad y un enfermero que los acompañe.

SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Los pacientes que sufren insuficiencia renal y son dializados regularmente en un centro asistencial de Viedma, demandaron que el medio de transporte que los lleva a esa capital cuente con servicio de enfermería y equipos de comunicación, y reclamaron novedades acerca del centro de diálisis que se construiría en la localidad.

La inquietud fue planteada el martes pasado, en el marco de una reunión que los dieciocho sanantonienses que actualmente están recibiendo este tratamiento, acompañados por sus familiares, mantuvieron con el intendente Javier Iud, al que le plantearon que esta inquietud es compartida por vecinos de Sierra Grande y Valcheta, que junto a ellos se movilizan semanalmente al instituto de diálisis para ser asistidos.

"Lamentablemente esta enfermedad nos obliga a viajar tres veces por semana a Viedma, ya que éste es el lugar más próximo que tenemos para recibir tratamiento, pero viajamos en un colectivo común que no nos garantiza ningún cuidado especial, y eso nos preocupa porque hace poco se descompensaron en el viaje de regreso dos compañeros, a los que tuvimos que reanimar como pudimos", manifestó Ángela de Salinas, una paciente de 74 años que hace siete que se encuentra aquejada por esta dolencia.

"La situación realmente nos inquieta, porque el micro no cuenta con equipos de comunicación ni enfermeras o personal capacitado a bordo y cuando estamos en la ruta si nos quedamos sin señal y se pone mal alguno de los enfermos no hay manera de avisarle a alguien para que nos auxilie, y esto nos da mucha angustia, sobre todo después de lo que pasó con estas personas que se descompusieron en el último traslado", aseguró Salinas.

El vehículo que traslada a los pacientes es un móvil de la firma 'Fredes', que parte de Viedma para recoger a los enfermos residentes en SAO, Sierra Grande y Valcheta.

Según autoridades de la empresa tiene un contrato firmado con el Centro de diálisis del doctor Carlos Ochoa, el profesional a cargo del lugar, aunque desconocen si este acuerdo privado está enmarcado dentro de algún convenio que el Ministerio de Salud posee con esa entidad.

"El tratamiento al que nos sometemos tres veces por semana dura cuatro horas, por eso a los que viven en Valcheta pasan a recogerlos a las 2:30 de la madrugada, luego pasan por Sierra y a las 4:30 llegan a SAO, e iniciamos la vuelta al mediodía, así que recién a las 16 vuelven a su casa los últimos compañeros y por eso queremos un transporte donde nos sintamos más acompañados, porque son muchas horas de viaje y después de dializarnos a veces quedamos muy débiles", manifestó Ángela.

Pese a que los pacientes destacan la buena predisposición de los profesionales que los asisten, el estrés de vivir pendientes de las dificultades de traslado que implica el tratamiento se mezclan con la incertidumbre acerca de la construcción de un centro para este tipo de dolencias en la localidad que nunca llegó a materializarse.

"Es terrible decir que jugaron con la ilusión de nuestros familiares y que el anuncio de esta obra sólo fue

una promesa de campaña, pero todo indica eso, ya que cuándo la anterior ministra de Salud, Adriana Gutiérrez, anunció la novedad todos los pacientes de las localidades cercanas a SAO y los enfermos locales se pusieron contentos, pero después nadie hizo nada y todo siguió igual" expresó Norma Salinas, la hija de Ángela.

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