Miércoles 16 de Julio de 2008 Edicion impresa pag. 2 y 3 > Nacionales
CONFLICTO CON EL AGRO: Con cerca de 250.000 personas, el campo ganó la pulseada en la calle
La contundente muestra fue un claro mensaje a los senadores. Ante 80.000 militantes, K, acusó al ruralismo de desestabilizador. En una definición muy reñida, deciden hoy los senadores.

La pulseada en la calle la ganó ayer con contundencia el campo, pero la definición crucial para saber si siguen o se caen las retenciones móviles saldrá hoy del Senado, donde el gobierno asegura que tiene los votos para aprobarlas.

Centenares de miles de manifestantes de un país dividido y conmovida se concentraron ayer en dos actos antagónicos, uno del gobierno y otro del campo y la oposición, para influir en el Senado, a 24 horas de debatirse una ley de impuestos a las multimillonarias exportaciones de granos.

Entre 80.000 y 95.000 activistas se movilizaron frente al Congreso en defensa de la presidenta Cristina Kirchner y de las retenciones móviles a la codiciada soja y otros granos, mientras que las centrales agrarias y los opositores reunieron entre 220.000 y 250.000 personas en el otro acto realizado frente al Monumento a los Españoles.

"La presidenta me pidió que les dijera que no vamos a permitir que en la mesa de los argentinos haya precios internacionales de los alimentos. Habrá precios nacionales", dijo el ex presidente Néstor Kirchner ante ruidosa concentración.

Mientras, ante otra multitud que se desplegó por la avenida Libertador (un sector de clase media alta del barrio Palermo), el más popular de los líderes agrarios, Alfredo De Angeli, aseguró: "El campo no tiene rentabilidad, nos están saqueando (con los impuestos)". "Llamo a crear una Argentina agroexportadora, la que soñaron nuestros abuelos, y que sobren alimentos para todos los argentinos", agregó.

Y al dirigirse a los senadores dijo que "tienen la responsabilidad de mantener unido al pueblo". Miguens les pidió que "voten a conciencia" y Llambías, enérgico, les reclamó: "Pongan huevos".

Casi toda la oposición liberal, de derecha, izquierdista y radical se aglutinó con las cuatro entidades agropecuarias en los parques de Palermo.

En el acto ante el Congreso, la central obrera CGT (oficialista ) y las superpobladas comunas de la periferia de Buenos Aires, bastiones históricos del partido, se unieron a piqueteros en apoyo de la presidenta.

Kirchner, líder del peronismo, atacó con dureza a "las patronales agropecuarias y la oposición", al acusarlos de "organizar comandos civiles, como en los golpes de Estado de 1955, o grupos de tareas, como en el de 1976".

Kirchner acusó a los grupos de financistas que invierten en el agro "de negarse a ser solidarios con el pueblo y la patria, con sus ganancias extraordinarias. El Estado debe poner equilibrio".

Mientras, en el mitin en Palermo se sumaron peronistas disidentes del kirchnerismo y una fracción de la CGT comandada por el polémico Luis Barrionuevo, que era afín a Carlos Menem.

Argentina es el primer exportador mundial de harinas y aceites de soja, el cuarto de trigo, el segundo de maíz -detrás de EE.UU.- y el tercero de granos de soja, según la secretaría de Agricultura estadounidense.

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