ROCA (AR).- A pesar de que el municipio roquense ya sacó a la venta los pliegos y bases para la construcción de una nueva planta de líquidos cloacales en J. J. Gómez, desde el Consejo de Ecología y Medio Ambiente de Río Negro (Codema) calificaron de "ambientalmente inaceptable" la iniciativa municipal; por lo que la comuna local salió a responder esta negativa del organismo diciendo que "ambientalmente se cumple con todo lo requerido en la ley 3.266", cuestión criticada por el Codema.

Ante las declaraciones del titular del organismo provincial, Oscar Echeverría, quien consideró "inaceptable" la instalación de una nueva planta de líquidos cloacales desde el punto de vista ambiental; el municipio roquense manifestó que "el Codema y el gobierno de Río Negro buscan impedir la realización de la obra que beneficia a los barrios de J.J. Gómez, Alta Barda, Belgrano, Tronquito, en el oeste de Roca por las diferencias políticas con el intendente Carlos Soria", según el comunicado de prensa.

Echeverría había manifestado que no iban a probar un proyecto que no cumpla con

los alcances de la ley 3.266 de Impacto Ambiental, a lo que la comuna aseguró que "la evaluación de impacto ambiental fue realizada por técnicos y profesionales especializados en la materia. El proyecto fue aprobado y otorgado el financiamiento por el ENHOSA (máxima autoridad nacional de obras hídricas y saneamiento), la Dirección de Medio Ambiente Municipal, ARSA y DPA".

Además, desde el municipio destacaron de "inaceptable" la comparación de esta nueva planta con la ya existente en barrio Petróleo, que fue inaugurada tres veces y nunca funcionó , afirma el comunicado.

Por otra parte, uno de los fundamentos de la instalación de la nueva planta de tratamiento para el municipio es que la red cloacal de la ciudad se encuentra colapsada, ante lo que "esta gestión municipal interpuso dos recursos de amparo, numerosas notificaciones y cartas documento a la empresa ARSA y al DPA para que se tomen medidas en defensa de la salubridad pública, y hasta el momento no hubo solución a esta grave problemática".

Y otro es la enorme demanda de unos 20.000 vecinos de la zona noroeste que reclaman desde hace más de 25 años el tratamiento de los residuos cloacales, según detallaron. Por ello, "la planta se proyectó sobre el noroeste a una distancia prudencial de la ciudad y donde el desarrollo urbano está frenado por la normativa municipal vigente".