El fútbol argentino asiste a un momento clave, sobre todo en la relación que mantienen los dirigentes de los clubes y sus futbolistas. La reunión de hoy en la AFA sería determinante para el futuro, ya que se definirá qué hacer con los contratos y las transferencias.

El conflicto que se desató después de las rebeldías de Oscar Ahumada y Martín Bravo movió los cimientos del deportes más popular. Todos los protagonistas de esta novela dejaron en claro que la cuestionada cláusula del 20 por ciento está obsoleta y hay que "aggiornarla", aunque todavía falta acordar la forma y los métodos.

Al parecer, de la reunión de comité ejecutivo de la AFA saldrían un par de propuestas que caerían en gracia en el seno de Futbolistas Argentinos Agremiados, el sindicado que defiende los derechos de los jugadores. Seguramente quedará sin vigor la antigua ley promulgada en 1975, que sólo rige en Argentina y que dispone la renovación automática de los contratos vencidos con un aumento del 20 por ciento en los salarios.

El gremio no estará en el cónclave, pero el mismo Grondona se mostró "esperanzado" en que la AFA y Agremiados llegarán a un acuerdo. La propuesta de "Don Julio" es elevar la edad de formación hasta los 23 años y a partir de ahí hacer contratos cortos (un año como mínimo y cinco como máximo). Por su parte, la entidad que preside Sergio Marchi quiere que entre los 18 y 23 años no existan contratos estandarizados; es decir, que haya diferencia entre los futbolistas que prometen y los que tiene un fu

turo incierto.

Otro tema medular que se tocará durante la reunión en Viamonte 1.366 será la fuga de jugadores menores de edad, amparados por la patria potestad.

En esta problemática, la AFA y Agremiados están en la misma sintonía. Según Marchi, hay que llevar a la mesa de la FIFA un pedido corporativo entre América del Sur y África para evitar que el fútbol europeo se lleve más jugadores menores. Básicamente, tanto en el tema del 20 por ciento como de la fuga de futuras "joyas", el objetivo es intentar convencer a Blatter en la necesidad de modificar las legislaciones, y dividir a los países "entre formadores y no formadores".

Claro que el mismo Marchi fue escéptico al respecto: "Hay algo muy claro: la FIFA siempre legisla para los europeos. ¿A ver si alguna vez Blatter legislará para nosotros? Lo veo difícil", le dijo el dirigente a La Nación.

Lo que se decida hoy se pondrá en manos de Agremiados, y si el sindicato da el visto bueno, la propuesta cruzará el mundo para aterrizar en Pekín. Allí, el 18 de agosto, sesionará el comité ejecutivo de FIFA. Entonces, comenzará el trabajo más arduo.