NEUQUÉN (AN).- Boqueteros dejaron el trabajo a medio terminar y la noche que iban a dar el golpe, de casualidad, los dueños del comercio se dieron cuenta por lo que notificaron a la policía. Los delincuentes no volvieron y perdieron todas las herramientas que son de alta calidad.
Los malvivientes pretendían dar el golpe en una casa de computación ubicada en Intendente Mango y Plana. Accedieron al techo del local desde un terreno aledaño que antes funcionaba como taller y que hoy está abandonado.
La noche del lunes, cuando estaban por cerrar cerca de las 21, uno de los empleados descubrió el boquete por lo que le avisó al propietario que se encontraba cenando en La Anónima.
De inmediato se notificó a la policía que descubrió en el galpón de al lado las herramientas con las que trabajaron los boqueteros, que al parecer esa noche volverían a terminar el "trabajo".
Lo cierto es que el dueño del local, Juan Matar, tuvo que contratar servicios adicionales de la Policía ya que los efectivos de la comisaría Segunda, que acudieron al llamado, no podía dejar ningún policía apostado en el lugar por falta de disponibilidad.
La idea del propietario era que un efectivo se quedará en el interior del local y cuando los delincuentes acudieran a terminar lo que habían comenzado fueran aprehendidos.
Los malvivientes, al parecer, observaron el movimiento de la policía por lo que se habrían resignado a volver por el botín que podría haber sido más que importante.