BEIRUT/JERUSALÉN. - Los familiares de los presos de la segunda guerra de Líbano se preparaban ayer en este país para dar la bienvenida a sus héroes entregados por Israel, en tanto que Jerusalén ya organizaba funerales para los dos soldados hebreos capturados en Líbano el 12 de julio del 2006, lo que disparó el conflicto entre Israel y la milicia libanesa Hizbollah.
Las autoridades israelíes al terrorista Samir Kuntar y a otros cuatro combatientes de Hizbollah detenidos durante el conflicto de 33 días: Maher Kourani, Khodor Zaidan, Mohammed Srour y Hussein Suleiman.
A cambio llegarán a suelo israelí los soldados Eldad Regev y Ehud Goldwasser, casi con seguridad muertos, como parte del acuerdo bilateral de intercambio de prisioneros patrocinado por Naciones Unidas.
Kourani, de 32 años, fue capturado en los últimos días de guerra.
"Estoy muy feliz por su regreso, por supuesto, y por que la vida vuelva a ser normal", aseguró su mujer, Saraa Kurani, de 25 años.
La joven vio por última vez a su marido tres días antes de que comenzara el conflicto. "Me voy. Es posible que vuelva rápido, es posible que vuelva tarde o que no vuelva jamás", fueron las últimas palabras del combatiente.
Hizbollah denominó el intercambio "Operación Radwan" en honor al nombre de guerra de Imad Mughaniyah, jefe militar del grupo asesinado en Damasco en febrero y presunto ideólogo del secuestro de Goldwasser. Israel, por su parte, llamó al acuerdo "Operación Supremacía Moral". Mientras en Líbano se prepara una celebración multitudinaria, las familias de Regev y Goldwasser esperan con ansiedad conocer la suerte de los efectivos.
Hizbollah no dio señales de vida de ninguno de los dos y las familias sólo sabrán si están vivos o muertos cuando el intercambio se consume. "Vivo en una pesadilla constante debido a la incertidumbre", describió Zvi Regev, padre de Eldad, en su casa de Kiryat Motzkin, al norte de Haifa. "Es imposible describir lo duro que es esto (...) Las últimas dos semanas fueron aun peor".
El diario "Jerusalem Post" aseguró ayer que el Ejército prepara para mañana funerales militares para los dos soldados en sus respectivas localidades de origen, Kiryat Motzzkin y Nahariya.
Precisamente en el norte de ésta última fue donde Kuntar perpetró en 1979 el brutal secuestro que acabó con cuatro vidas, incluyendo dos policías, un padre y su hija de cuatro años. (DPA)