JARTUM.- La fuerza conjunta Unión Africana-ONU desplegada en Darfur empezó ayer a evacuar a su personal no esencial, un día después de que el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) pidiese la inculpación del presidente sudanés, Omar al Bashir, por crímenes de guerra.
"El proceso de reubicación está en curso", declaró un responsable de la ONU que requirió el anonimato, mientras que unos pocos centenares de islamistas manifestaban en Jartum prometiendo "proteger a su presidente".
El lunes, el fiscal de la CPI, el argentino Luis Moreno Ocampo, solicitó a los jueces de la Corte que emitiesen una orden de captura contra Al Bashir por "genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra" en Darfur (oeste de Sudán).
La fuerza Unión Africana-ONU (MINUAD) anunció que transferiría a Etiopía y Uganda a su personal no esencial a pesar de que las autoridades sudanesas aseguraron que harían lo posible para proteger a sus soldados y a los trabajadores humanitarios. Un primer grupo de 32 personas partió de Nyala, capital de la región sur del Darfur, hacia Entebbe, en Uganda, indicó Josephine Guerrero, vocera de la MINUAD. Otras 51 personas de Al Facher, capital de la zona norte de Darfur, saldrán hoy, agregó.
Varios responsables sudaneses y occidentales advirtieron que la medida del fiscal de la CPI, considerada por muchos en Sudán como un ataque a la soberanía nacional, podría provocar represalias contra embajadas occidentales o contra las misiones de paz de la ONU en Darfur y en el sur del país.
"Nos comprometimos a cumplir con nuestras obligaciones de mantenimiento de la paz en Sudán", afirmó Brian Kelly, portavoz de la ONU, subrayando no obstante que "la seguridad del personal de la ONU, del personal internacional y de las ong es primordial". (AFP)