El kirchnerismo elevó su ofensiva para intentar neutralizar el acto convocado por las entidades rurales, que ya tiene caravanas marchando desde distintas ciudades agrarias. Y busca hacer una demostración mayor con el concurso de organizaciones sociales y sindicales afines, amén de acarreos políticos.

Es fuerte la tensión que se vive de cara a esta batalla a librarse mañana en el corazón porteño (en Palermo los rurales y en la Plaza de los dos Congresos el kirchnerismo) en vísperas a la votación en el Senado del proyecto de retenciones móviles.

La dirigencia rural dijo que espera "sorprender" con una masiva convocatoria en Palermo. Apuntan a juntar unas 100.000 personas. Para frustrarla, Kirchner ordenó a su gente más combativa que cerquen y copen la Capital. Busca impedir así el ingreso de productores que llegarán desde el interior y garantizar el avance de las columnas pro gobierno para el acto que harán frente al Congreso.

Los intendentes peronistas del conurbano ya recibieron instrucciones precisas para movilizar a su gente y realizar los bloqueos en lugares estratégicos de acceso.

No es todo. Una vez más, y en la disputa por las movilizaciones en la calle, los Kirchner contarán con Hugo Moyano. El líder de la CGT encabezará mañana una columna de "más de 12 mil camioneros" y dispuso un cese de actividades desde la CGT para que los trabajadores puedan participar del acto oficial.

Desde la otra vereda, la dirigencia rural confía en una multitudinaria respuesta a la convocatoria frente al Monumento a los Españoles, en el barrio de Palermo. Alfredo De Angeli, tras un tractorazo en Gualeguaychú, llamó ayer a "reventar Palermo".

Para evitar un cruce entre ambos grupos, la policía Federal ya diseñó un amplio operativo de seguridad. Impedirán el ingreso a la ciudad de tractores, maquinas y gente a caballo.

Mientras tanto y bajo una presión paralela, en el Senado se siguen contando los votos. El kirchnerismo mantendría una leve ventaja de dos o tres sufragios y todo dependería que lo que hagan siete legisladores considerados aún

como indecisos. Esa lista la integran los kirchneristas Elena Corregido (Chaco), Adriana Bortolozzi (Formosa) y Ramón Saadi (Catamarca); el neuquino Horacio Lores, del MPN y el radical santigueño Emilio Rached. La lista se completa con los dos fueguinos del ARI: José Martínez y María Rosa Díaz.

A horas de la definición, desde la oposición política crecen las denuncias referidas a supuestas maniobras del gobierno para intentar captar voluntades en la cámara alta. El listado incluye lugares asegurados en espacios de poder, exilios en organismos internacionales y castigos como la quieta de fondos para las provincias.

Alfredo De Angeli, titular de la Federación Agraria entrerriana, rechazó ayer las acusaciones de Néstor Kirchner sobre un presunto intento de desplazamiento de la presidenta por parte de sectores vinculados a los productores rurales, y aseveró que "es el Gobierno el que promueve un golpe, porque no sabe cómo arreglar el país".

En declaraciones a DyN, De Angeli afirmó que cuando el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dice que los dirigentes del campo están enojados y predispuestos a una mala reacción si el miércoles se aprueba la resolución 125 en el Senado, "se está mirando al espejo". (Ver "Hubo un tractorazo")

Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) advirtieron que "el campo va a reaccionar pésimo" si el Senado aprueba el miércoles el proyecto oficialista. (Redacción Central y agencias)