Lunes 14 de Julio de 2008 Edicion impresa pag. 4 > Nacionales
Un acarreo de 12 pesos y el sándwich

El clientelismo sigue tan desenfadado como siempre. Los actos políticos que organiza el kirchnerismo tienen militantes de alta adhesión pero también hay acarreo.

El accidente desgraciado que ocurrió el 9 de Julio en Tucumán -donde murió un asistente a la ceremonia al caérsele una tribuna encima- no escapó a este sistema perverso de la política.

Uno de los sobrevivientes de la tragedia que dejó 30 heridos, Diego Andrada, contó al periódico Perfil qué le dieron y prometieron a cambio de ir al acto en el hipódromo de Tucumán.

Tiene 14 años, no estudia. Está internado en el hospital Padilla, con heridas cortantes en el rostro, en los brazos y un lesión en los pulmones.

Trabaja en las fincas con un jornal de 80 pesos a la semana.

Le relató a Perfil que días antes de la fiesta patria, el hermano del concejal del concejal de Tafí Viejo, Díaz Prats, al que conocen como "Paloma" los contactó para llevarlos al acto. Les ofreció $12, más el sándwich y un paquete de cigarrillos. Subieron a un colectivo viejo, sin ventanillas, a las 9 y se encaminaron hacia el hipódromo. Pasaron sin problemas los controles que hace la policía vial de la provincia. Llegaron al hipódromo a las 10.30. Allí les entregaron en una bolsita, un sandwich de mortadela. Le resto de la paga sería al regreso.

Apenas sos horas después, la tribuna mal armada en la que estaban se inclinó hasta desplomarse. Los más afectados fueron Juan Valdez, que finalmente falleció y Diego. Los primeros auxilio los recibió de parte de sus hermanos Jonathan (15) y Carlos (19).

Junto a Diego se salvó de milagro su sobrino Brian, de tan solo 6 años.

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