VIEDMA (AV).- La exposición y riesgo permanentes a los que están sujetos los uniformados, obligó a la Jefatura de Policía de Río Negro a buscar garantías para la contención sanitaria, tanto de los aspectos psicológicos de los agentes como los problemas de salud.
Los signos de dificultades a enfrentar despertaron la inquietud de la cúpula policial disponiendo un seguimiento a este tipo de factores que generan presiones emocionales y económicas en los efectivos.
"El personal se encuentra muy expuesto", confesó a "Río Negro" el subjefe Ramón Dutra. La preocupación se extiende cuando se comienzan a hacer notorias las inasistencias entre el personal.
La repartición cuenta con profesionales de la psicología en esta ciudad, Roca, Cipolletti, Bariloche. Próximamente habrá nombramientos para el Valle Medio y se están gestionando otras vacantes.
Dutra hizo mención que se "apuraron los trámites" principalmente para el Valle Medio a fin de poner en marcha actividades de contención para efectivos y sus familias que viven graves secuelas tras un gravísimo hecho de violencia protagonizado recientemente por un hombre en Río Colorado al matar a sus dos hijos y decidir quitarse la vida.
A su entender, este tipo de factores influyen en el rendimiento profesional y por lo tanto si las situaciones desbordan, y cuando los profesionales no alcanzan; se recomienda un tratamiento extra.
Según estudios científicos internacionales, la labor policíaca es una de las tantas profesiones de riesgo más es
tresante. Se ponen como ejemplos una gran frecuencia de los problemas familiares, cardíacos o síndromes de depresión; debido a que deben enfrentarse con los peores ejemplos del comportamiento humano.
Algunas causas conflictivas requiere de tratamientos prolongados, y en esos casos se evalúa si es necesario o no el pase a retiro obligatorio; consignó el subjefe.
Como apoyo complementario se están distribuyendo ayudas económicas entre los empleados policiales para atender cuestiones estrictamente de salud, representando un adicional del pago salarial para quienes lo requieran.
El sostén a unos 250 agentes por año llega por medio del Departamento Bienestar Social, con fondos que provienen de un excedente transferido por la Caja de Ahorro y Seguros cuando la propia repartición aporta primas optativas. La mayoría de requerimientos tienen como principal destino al personal subalterno de los escalafones más bajos, donde el ingreso inicial de sus haberes representan unos 1.500 pesos mensuales.
Los subsidios tienen un piso mínimo de 400 pesos y en algunos casos extremos se llega a aportar hasta 6.000 pesos, de acuerdo a la gravedad de la situación que tienen que atravesar, como puede ser una enfermedad terminal.