El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, protagonizó un incidente en un restorán vasco del barrio porteño de Montserrat, donde su esposa fue denunciada por presuntas "lesiones", supuestamente por golpear a otra mujer.
Un vocero policial indicó a la agencia DyN que el hecho se produjo antenoche, a las 23.30, en el restaurante vasco Laurak Bat, de la avenida Belgrano 1144, donde Moreno fue insultado por un grupo de personas que cenaba en una mesa vecina a la del funcionario.
Según la denuncia policial, Moreno y sus acompañantes respondieron a las imprecaciones, lo que generó una discusión que habría finalizado cuando la esposa de Moreno "le dio un golpe en el rostro a una mujer" que participaba del incidente.
"La señora realizó la denuncia en la comisaría cuarta, que remitió el caso al juzgado correccional número uno", a cargo de Omar Facciuto, prosiguió el informante.
Destacó que la causa judicial quedó caratulada como "lesiones".
La reconstrucción de los hechos
De acuerdo al diario "Crítica de la Argentina", todo comenzó con una discusión.
Según comentaron testigos al matutino, cuando el secretario se sentó en una mesa del restorán, comenzaran a golpear las mesas en demostración de repudio a su presencia en el lugar.
Agrega que en medio del clima de tensión, un grupo de amigos increparon a los Moreno por las polémicas retenciones móviles a las exportaciones del agro.
"El martes ganamos nosotros", habría dicho Moreno, mientras que la señora de Moreno habría respondido con amenazas y la mano en alto.
"Les voy a pegar a los tres", dicen que dijo Moreno a las personas, según la reconstrucción de Crítica.
La semana pasada el escándalo por la patota de Moreno había llegado al Senado.
Un asesor identificado en el debate por las retenciones por el senador Gerardo Morales como Hernán Brahim, del INDEC, despertó la furia del senador Morales, presidente del radicalismo, y de la senadora María Eugenia Estenssoro. Ambos pidieron que se retire del recinto.
Morales mostró una foto ampliada de Brahim, palo en mano espantando caceroleros frente a la Quinta presidencial de Olivos.
(DyN y Crítica de la Argentina)