CIPOLLETTI (AC).- Un matrimonio mayor fue víctima de un violento asalto mientras se encontraba en su domicilio de Brentana e Irigoyen de esta ciudad. Aprovechándose de las dificultades que tiene la mujer para movilizarse, tres sujetos lograron reducirlos y alzarse con unos 1.200 pesos y otros elementos de valor como los anillos de bodas. También fueron golpeados, y si bien debieron ser asistidos por personal de salud, no requirieron internación.
El hecho ocurrió el viernes a la noche y las víctimas fueron el matrimonio Pelletier, conocidos en Cipolletti ya que son una familia que siempre vivió en esta ciudad.
Ayer, la policía continuaba con el análisis de las huellas dactilares halladas en el domicilio y con las averiguaciones para tratar de dar con el auto
móvil en el que los malvivientes escaparon.
Para estos días, una vez que Felisa y Jorge Pelletier se recuperen del mal momento vivido, los investigadores les mostrarán fotografías que constan en los archivos policiales para ver si las víctimas pueden identificar a alguno de los sujetos que actuaron a cara descubierta, según informó el comisario Mario Villalba, jefe de Distrito.
La "pesadilla" del matrimonio -que se encontraba en la casa con la mujer que los cuida- se inició cuando "alguien bien vestido golpeó la puerta del domicilio, y bajo la excusa de que era abogado y estaba buscando un lugar para alquilar y poner su estudio jurídico, logró ingresar a la vivienda junto a otros dos cómplices y amenazar a la mujer con un cuchillo", explicó
Villalba.
Una vez adentro, intervino la empleada doméstica para tratar de que la situación no se torne más compleja aunque sin suerte, por que ella y Felisa fueron encerradas en el baño. En tanto, Jorge, que se resistía a ser asaltado, fue empujado y cayó al piso produciéndose un corte en su mano, según los datos suministrados por las víctimas a la policía.
Luego, los tres sujetos se encargaron de revolver todos los cuartos en busca de dinero aunque con poca suerte ya que sólo pudieron huir con unos 1.200 pesos, algunos elementos de valor como cadenitas y los anillos de boda.
Como si esto no les hubiera alcanzado, la violencia que ejercieron sobre los dueños de casa fue más allá: abrieron la jaula donde había un canario y se lo llevaron. Una vez que huyeron, las víctimas llamaron a la policía.
La impunidad para actuar de los delincuentes se vio favorecida no sólo por la oscuridad del momento y el lugar donde está ubicada la vivienda -rodeada en su mayoría por locales comerciales- sino también por la edad avanzada del matrimonio y las dificultades que tiene la dueña de casa para movilizarse.
Según los datos logrados en el lugar y en base a dichos de testigos, los tres sujetos escaparon en "un vehículo nuevo de color oscuro" que es el que actualmente están tratando de localizar los investigadores.