-¿Hay festivales en los que se sienten más cómodos?

-Cosquín y Jesús María son festivales que lamentablemente van perdiendo la esencia. Detrás de la organización y todo lo que eso genera hay intereses de sellos discográficos, de los candidatos políticos que tienen sus pollos y los imponen. Se pierde la esencia en esos festivales. Los que conservan la esencia son los que lo hacen desde el corazón, con todo el sacrificio. Uno lo disfruta mucho más.

-¿No se cansan de tanto folclore, de tanto viaje, de tanta empanada y festival?

-No, no, es parte de nuestra vida y nosotros vamos generando mucho vínculo con la gente que quiere ver en cada festival a Los Carabajal y nosotros tratamos de ir a todos lados. La gente sostiene a Los Carabajal con el afecto, con el apoyo. Este verano hicimos 45 mil kilómetros entre enero y febrero. Terminamos agotados, pero con el corazón lleno y con el privilegio de estar en permanente movimiento en cada lugar.

-¿Ustedes pueden vivir de la música?

-A dios gracias sí. Yo creo que en este país la cultura no es remunerada de la manera en que debería. En otros países la cultura tiene otro reconocimiento, pero no en la Argentina. Aquí todo es sacrificio e ingenio.

-¿Que edad tiene y desde qué edad está ligado al folclore?

-Cumplí 56 años, estoy desde los 12 años involucrado con la música y con la historia de los carabajal.

-¿Se viene el volumen dos de los 40 años?

-Sí, esa noche en el Ópera grabamos 45 temas, hicimos una selección y quedaron 30. Saldrá también con el sello Marka.