SIERRA GRANDE (ASG).- Ayer por la tarde y como cada viernes, los padres y algunos miembros de la comunidad se manifestaron para reclamar que se construya un nuevo edificio para la Escuela Especial Nº 11.
Los padres, docentes y directivos de la escuela Especial iniciaron hace tres semanas una medida de protesta: una manifes- tación en el centro de la ciudad con la interrupción de tránsito y entrega de panfletos, todos los viernes a las 17:30.
Algunos comercios también adhieren con 10 minutos de cierre y algunos comerciantes se suman a la manifestación que no tiene discursos, sólo una grabación que explica la convocatoria.
El condimento especial de ayer fue la presencia de cientos de globos de colores que fueron librados al cielo con mensajes de esperanza que los alumnos y miembros de la comunidad realizaron. Se sumaron al reclamo el legislador Renzo Tamburrini, concejales y el párroco Rafael García.
Lo que colmó la paciencia de la comunidad educativa fue la falta de clases durante tres semanas por la rotura de una caldera, que motivó que los 50 alumnos sean reubicados en varias dependencias. Ahora la caldera llegó, se instaló pero falta la aprobación de Camuzzi. La falta de clases por los problemas edilicios reflotó y potenció el clamor por un edificio propio.
Por este tema, en la semana estuvo en Sierra Grande el secretario de la Defensoría del Pueblo, Orlando Crociati, quien realizó un informe del edificio que ocupa la escuela Especial - una ex clínica - y sacó fotografías, se reunió con los padres y sería inminente una resolución de la defensora Ana Piccinini en este tema.
Desde hace unos días la directora de la escuela, Stella Zanelli, se reparte entre las aulas de la escuela de Policía - que cedió sus instalaciones- y las oficinas de la Supervisión de Nivel Especial.