NEUQUÉN (AN).- Durante más de dos horas, Guillermo Labate, candidato propuesto por el gobernador Jorge Sapag para el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), evaluó ante diputados provinciales las principales falencias que intentará remediar en caso de ser nombrado en la cúpula de un Poder Judicial, a su entender, "desprestigiado".
Se describió como "un rebelde" de la Justicia, dijo estar afiliado al gremio de los empleados judiciales y no al de magistrados, se posicionó en contra del aborto pero dijo que "existe otra campana a la que hay que escuchar", se comprometió a impulsar la creación de una policía judicial y a promover el acceso a la Justicia, mostró su rechazo a la pena de muerte y, consultado respecto del beneficio de los jueces y magistrados por no pagar el impuesto a las Ganancias, respondió que ningún trabajador debería pagarlo.
En una mesa con más de 20 legisladores, escasa prensa y ninguna organización social o gremial, explicó parte de las impugnaciones que recibió a su candidatura. Las respuestas parecieron colmar las expectativas de los diputados y, según se expresó en la mesa, la designación de Labate se cerraría casi sin objeciones en la próxima sesión. Su situación es muy distinta a la del otro candidato de Sapag, Marcelo Benavides, que a falta del apoyo de los bloques de la oposición y tras una serie de impugnaciones presentadas durante el período de consulta pública, el Ejecutivo estaría evaluando no enviar su pliego.
Labate, consultado respecto de su opinión sobre del descrédito del actual TSJ, confirmó y compartió el criterio. "La situación es más que clara: derivó en dos renuncias", dijo en alusión a los alejamientos de Jorge Sommariva y Roberto Fernández. "No me gusta opinar sobre otro poder judicial, pero sí existió un desprestigio importante. Lo que noto es que hay, y es lo que me parece lo más grave, una suerte de desazón, desánimo y en algunos casos de hasta bronca, de toda la estructura del Poder Judicial", detalló.
"Creo que quedó mucha gente golpeada y pasada tras bambalinas, gente que no está aprovechada sobre la base de la capacidad que tiene. Eso es lo que noto personalmente en el Poder Judicial de la provincia. Mucha gente excelente que está en puestos de retaguardia o no en su función específica", añadió.
Respondió a las principales impugnaciones a su candidatura: la sanción impuesta por el Consejo de la Magistratura de la Nación por un "estado de desorden del juzgado a su cargo y falta de interés para informar a sus superiores" y demoras en la tramitación del expediente en el caso Carrasco II.
Respecto de la primera, dijo que "fue una multa por no contestar ante un apercibimiento anterior, pero ellos se olvidan de que me habían dado una licencia para una invitación a un viaje al exterior". Luego, según indicó, la Cámara Federal de Roca reconoció que el juzgado a su cargo era el más productivo de Río Negro y Neuquén, con el 65% de las causas de la circunscripción.
Por el caso Carrasco II destacó que hubo "obstáculos" en la investigación, aunque "fue la primera causa en la que se allanó una oficina de inteligencia del Estado". Agregó que "se habla de nueve resoluciones del Tribunal Oral por demoras" y que sólo una corresponde a su participación.