El anuncio de que la IV Flota de los Estados Unidos recorrerá el Atlántico Sur en toda la costa sudamericana, provocó "preocupación" en el gobierno de Cristina Kirchner y en los demás países de la región.
"Nos preocupa desconocer cuál es el sentido de reactivar la IV Flota. Además, nos parece que entre países amigos una iniciativa de este tipo debe ser conversada", informó el vicecanciller, Victorio Tachetti.
El tema será tratado el jueves cuando arribe al país una misión del gobierno de Estados Unidos, encabezada por el funcionario de Departamento de Estado norteamericano para el Hemisferio Sur, Thomas Shannon.
Según reveló ayer la agencia de noticias DyN, durante la última cumbre del Mercosur realizada en Tucumán, los presidentes del bloque regional coincidieron en cuestionar la decisión del gobierno de Estados Unidos, de reactivar la IV Flota para recorrer las aguas del cono sur, inclusive ríos, según se deduce cuando se alude a "aguas marrones".
Fuentes del Ejecutivo nacional, que pidieron anonimato, afirmaron que la hipótesis que analiza el gobierno para interpretar la incursión de la IV Flota "son las reservas" en materia de recursos naturales con las que cuenta América del Sur.
"Surcar aguas marrones, ¿qué significa eso? Nos preocupa no saber", reclamó la fuente gubernamental.
El planteo oficial se produce 48 horas antes de la llegada de la misión estadounidense a la Argentina.
Durante la estadía en Buenos Aires, Shannon será recibido mañana por la presidenta Kirchner. En tanto, el viernes participará de un almuerzo en el Palacio San Martín con la cúpula de la Cancillería que encabeza Taiana.
Desde el 1 de julio y después de casi 60 años de inactividad, el gobierno de George W. Bush anunció que la IV Flota del Comando Sur comenzará a patrullar aguas latinoamericanas bajo el mando del contralmirante Joseph Kernan.
La IV Flota, que operó en Vietnam, Camboya y Laos, tendrá por misión interactuar y entrenar a otras armadas, luchar contra tráficos ilícitos, brindar ayuda humanitaria en casos de desastres naturales y mantener las vías económicas de comunicación por mares libres y aguas abiertas.
Tanto los mandatarios Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) como Hugo Chávez (Venezuela) rechazaron la aparición de la IV flota.
El más enfático fue Chávez, que dijo "no tener dudas de que es una amenaza, un operativo de vasto control por el Orinoco, el Amazonas, el Paraná, y debemos estar preparados para ver qué quieren hacer por aquí".
Los presidentes de Bolivia, Evo Morales y del Perú, Alan García tuvieron un fuerte, luego de que el último revelará intenciones de establecer en su país una base de operaciones norteamericana. (DyN/AFP)