NEUQUÉN (AN)- El subsecretario de Obras Públicas, Guillermo Monzani, aseguró que "nunca fue intención de la municipalidad" descargar líquidos cloacales en el desagüe pluvial "Violeta Parra", para aliviar la situación de un área urbana capitalina, en cercanías al polideportivo Ruca Che.
Indicó que, por el contrario, el municipio acordó "desde siempre" con el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) extender la cañería pluvial mediante un caño de 500 milímetros de diámetro a los efectos de captar el agua de lluvia que se filtra en esa zona al sistema cloacal.
"Cuando llueve, el agua no tiene por dónde escurrir porque ese sector es como una hoya y se mete al sistema cloacal a través de las tapas, que no son herméticas", explicó la problemática actual.
"Sedimenta mucha tierra dentro de las cloacas, pierden capacidad de tránsito y con cada lluvia colapsa", agregó el funcionario.
La aclaración de Monzani pone paños fríos a los planteos de los vecinos de los barrios Río Grande y "30 de Octubre" ante el EPAS y la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Neuquén, luego de los anuncios formulados por el intendente Martín Farizano con respecto a desviar transitoriamente líquidos cloacales al ducto pluvial hasta tanto el EPAS concluya la obra de remediación.
"El Epas está haciendo un aliviadero para conectarlo al sistema del oeste", insistió el funcionario.
El canal Huiliches que colecta agua de lluvia concluye en la calle Antártida Argentina, donde se produce un devío hacia las calles Belgrano y Reconquista, que está cerca de la zona crítica y de donde se ejecutará la extensión.