PRAGA/VARSOVIA (DPA).- República Checa y Estados Unidos firmaron un acuerdo base para la instalación de un radar estadounidense en la localidad checa de Brdy, en Bohemia, que forma parte del polémico sistema de defensa antimisiles que Washington quiere desplegar en el centro y este de Europa. El texto fue firmado por el ministro de Exteriores checo, Karel Schwarzenberg, y su homóloga estadounidense, Condoleezza Rice, de visita hoy en Praga. La agencia checa CTK citó a Rice calificando el pacto de "acuerdo clave del siglo XXI" que "une a socios y aliados que enfrentan los mismos peligros".
El primer ministro checo, Mirek Topolanek, consideró el acuerdo "una expresión de la voluntad común de defender un mundo libre". Por el contrario, el Ministerio de Exteriores ruso criticó duramente el acuerdo y advirtió que agravará los problemas de seguridad en el continente, según citó Interfax. Moscú teme que la instalación sea utilizada para tareas de espionaje contra Rusia y no, como asegura Washington, para defenderse de posibles ataques provenientes de países como Irán.
Rusia ya amenazó en varias oportunidades con que, de concretarse el plan estadounidense, apuntará sus misiles hacia Europa. Durante la cumbre de los siete países más industrializados del mundo y Rusia (G8) que se celebra en Toyako, Japón, el presidente ruso, Dmitri Medvedev, se quejó de que muchos de los acuerdos alcanzados al más alto nivel "quedaron reducidos a cero" más tarde en Washington.
El jefe del Kremlin se había reunido antes con su homólogo estadounidense, George W. Bush. El plan también cuenta con oposiciones con amplios sectores de la población tanto en República Checa como en Polonia.