VIEDMA (AV)- Los padres autoconvocados y docentes de la Escuela Especial N° 7 de esta ciudad no quieren que ese establecimiento pierda parte de su patrimonio. La resistencia es a que el Ministerio de Educación utilice parte del patio para construir un jardín de infantes.
La controversia va mucho más allá de una proyección edilicia: aún no logran que los alumnos y ex alumnos consigan una verdadera contención dado que no hay muchos lugares para ellos.
El grupo mantiene en su poder un decreto del Poder Ejecutivo rionegrino, que data de 1979, por el que se le otorga la tenencia definitiva a ese establecimiento de casi
media manzana de terreno ubicado en pleno centro de esta ciudad.
"De seguir adelante con el proyecto del jardín estarán usurpando un derecho, ya que fue transferido para que allí se construya una escuela diferenciada", se quejaron José Loncopán, padre de una
alumna y Gladys Vega, representante del gremio docente Unter.
Lo que plantean es que varias iniciativas en favor del alumnado quedaron truncas en casi 30 años de trayectoria. Se trata de un Salón de Usos Múltiples, un patio recreativo para que los chicos puedan entrenar ya que vienen participando en los juegos rionegrinos para personas diferentes y juegos integradores.
En los últimos años los alumnos siguen -a criterio de los reclamantes- con muchas situaciones relegadas. Tenían un invernadero para practicar pero no lo pudieron mantener por falta de agua.
Los autoconvocados consideraron necesario que haya actividades en otros horarios, porque no tienen dónde ir cuando la escuela no funciona.
"Si el Ministerio de Educación continúa con el plan de sacarnos parte del patio, la ampliación de nuestra escuela se trasladará a la playa de estacionamiento y nuestros chicos tendrán que bajar en la calle para ingresar a las aulas cuando el transporte que los trae desde sus domicilios", denunciaron.
Esta preocupación se trasladó al Concejo Deliberante.
Durante la última sesión, Loncopán reiteró la disconformidad de padres y docentes por la realización de obras en el predio que le pertenece al colegio. También hizo lo propio una docente, quien se mostró a favor de que el parlamento intervenga en la problemática.
En ese ámbito se está aguardando un informe, que ya fue pedido a Educación, y se pueda destrabar el conflicto.
En la actualidad el edificio está en plena reparación con una inversión de 400.000 pesos, dado que su estado de abandono era preocupante. Esta transitoriedad obligó a las autoridades educativas a trasladar actividades a la Especial 22. Los chicos están viviendo momentos de zozobra, de acuerdo con los testimonios de docentes y padres, debido a que no se adaptan al funcionamiento de un edificio prestado, con actividades distintas a sus costumbres.