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	Lo más probable es que los tres camaristas fundamenten sus respectivos votos en el fallo.

NEUQUÉN (AN)- Los jueces de la Cámara Criminal Primera pulen por estas horas los últimos detalles de la sentencia que darán a conocer mañana a partir de las 9, en la cual definirán si condenan o absuelven al cabo primero José Darío Poblete, único acusado por el asesinato del docente Carlos Fuentealba.

Durante las 14 audiencias que insumió el juicio oral (más otras dos destinadas exclusivamente a los alegatos de la fiscalía, la querella y la defensa) los camaristas Mario Rodríguez Gómez, Luis Fernández y Héctor Dedominichi cumplieron roles que se marcaron con nitidez.

" Rodríguez Gómez, en su carácter de presidente del tribunal, condujo el debate con firmeza. Otorgó gran libertad para los interrogatorios a los testigos y ante las innumerables incidencias que se plantearon -la gran mayoría por

cuestionamientos del defensor Ladislao Simon- intentó ser ejecutivo en su resolución, siempre consultó con los otros camaristas y sólo en casos excepcionales por la complejidad de la cuestión, dispuso un cuarto intermedio para deliberar antes de decidir. Simon se quejó varias veces por las resoluciones de los jueces, que consideró violatorias del derecho de defensa En cuanto a los testigos, Rodríguez Gómez les formuló muy pocas preguntas y sólo a algunos de ellos, cuando creyó que era conveniente para dejar aclarado un punto en particular.

" En cambio algunas de las preguntas de Luis Fernández a los testigos fueron cuestionadas por el querellante Gustavo Palmieri, quien consideró que afectaban la imparcialidad del camarista. Fernández reivindicó varias veces su derecho a interrogar amparándose en el Código Procesal, mientras el querellante insistió en que los miembros del tribunal sólo pueden pedir aclaraciones a los testigos. Uno de los roces se produjo, por ejemplo, cuando Palmieri interpretó que Fernández estaba poniendo en duda, con su interrogatorio, la credibilidad de un docente citado a declarar.

" Héctor Dedominichi, quien se sumó a último momento a la Cámara como subrogante y por sorteo, mostró

un rol activo e interrogó a casi todos los testigos. Fue el único de los tres que no llevó computadora portátil y tomó apuntes a mano de las declaraciones. Algunas de sus preguntas fueron aclaratorias pero otras tuvieron mayor profundidad sin recibir cuestionamientos de las partes.

Se especula que los tres jueces fundamentarán sus votos en la sentencia (a veces sucede que uno solo hace la argumentación y los otros adhieren).

En su estructura formal, el fallo debe responder tres preguntas: "¿existió el hecho (la muerte violenta de Fuentealba) y fue el imputado (Poblete) su autor?"; en caso afirmativo, "¿qué calificación legal corresponde dar al hecho?" (la fiscalía y la querella pidieron homicidio calificado) y por último "¿qué sanción corresponde aplicar?".

Pero además los jueces responderán a la gran cantidad de nulidades que planteó el defensor Simon, quien a lo largo del debate y en especial en su alegato, cuestionó la honestidad de casi todos los que tuvieron alguna participación en el caso: desde el Tribunal Superior de Justicia que dispuso que el juicio se realice en la vieja Legislatura, pasando por el fiscal Alberto Tribug que designó a los fiscales que intervinieron; por el juez Cristian Piana que instruyó la causa; por la fiscal Sandra González Taboada que la investigó, para terminar con los docentes que declararon como testigos y los peritos que realizaron distintas pruebas científicas.

Por la complejidad del caso se estima que la sentencia será extensa y su lectura demandará varias horas.