NEUQUÉN (AN).- Una taxista logró escapar de un ladrón que la encañonaba con un arma recurriendo a una maniobra digna del cine de acción: aprovechó un descuido del joven que la amenazaba con el revólver y, con el auto en movimiento, abrió la puerta y se arrojó en una calle del oeste de la capital.
Ocurrió cerca de las 5:30 de ayer, y el ladrón fue apresado luego de que la policía y otros taxistas acudieron a rescatar a la conductora.
Luego de quedar inconsciente en el piso, la mujer recibió atención médica. Pero ya había logrado salir de una situación dificilísima: al parecer, luego del robo, el joven asaltante le había pedido siguiera manejando; la desesperación e incertidumbre ante este cuadro de situación, envalentonaron a la mujer que optó por la espectacular salida.
Pocos minutos antes había levantando al joven ladrón de 19 años, cuya identidad no trascendió, en la intersección de Olascoaga y Perticone.
El destino del viaje era el oeste de la ciudad, en dirección a la Cuenca XV.
Todo era normal hasta que hacia el final de la calle Casimiro Gómez recibió un culatazo con el arma. El golpe impactó en su sien derecha. El ladrón le pidió el dinero, y le dijo que continuara conduciendo por la misma calle.
A continuación la encañonó con el arma, no está claro si en la cabeza o en la espalda. Fue entonces cuando la taxista aprovechó un descuido de su captor, disminuyó la velocidad sin despertar sospechas, logró abrir la puerta y se tiró a la calle con el vehículo en movimiento.
El comisario Néstor Lepén, de la comisaría 18, informó que para entonces ya buena parte de sus compañeros de parada, la número 1, habían acudido en su auxilio. En principio, habría logrado dar aviso mediante algún código interno, o bien sus colegas supieron que llevaba un pasajero de riesgo.
La policía tuvo conocimiento mediante un llamado anónimo. Esto coincidió con que una patrulla circulaba por la zona donde la mujer se arrojó.
Cuando llegaron, estaba inconsciente por el golpe que recibió al caer, pero luego de ser atendida recobró el conocimiento. Dijo no saber qué había sucedido entre el momento de su caída y el arribo de la policía.
El otro tramo de la historia se reconstruyó por los demás taxistas. Enterados de la situación, encontraron el coche vacío, porque luego de la espectacular maniobra de la mujer, el ladrón habría logrado detener el taxi y darse a la fuga.
Lo vieron entrar en una casa ubicada en la manzana 18, del barrio Bella Vista y hasta allí lo siguieron.
La policía consignó el lugar, y al entrar y requisar la vivienda, encontraron un arma calibre 22, cargada.
También hallaron en el lugar el celular de la mujer, pero no el dinero que le había sustraído. El ladrón fue detenido.