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	Los forenses examinaron el cadáver en detalle, le tomaron placas y mandaron a analizar material biológico.

NEUQUÉN (AN)- Martín Osés murió por "asfixia por sumersión" y en su cuerpo no encontraron ningún signo de violencia más que una marca en la mejilla producto de un golpe que recibió a la salida del boliche, cuando fue visto con vida por última vez. De todos modos le tomaron placas radiográficas al cadáver y examinarán sus órganos para profundizar la investigación sobre las causas de su fallecimiento.

Así trascendió ayer de fuentes vinculadas con la causa, tras la autopsia realizada entre las diez de la mañana y la una de la tarde en la morgue del cuerpo médico forense del Poder Judicial.

Además de confirmar las causas del fallecimiento, los exámenes encargados a distintos especialistas procurarán establecer si el joven de 23 años había consumido algún tipo de sustancia. Esto porque circularon versiones de que habría estado alcoholizado la noche de su muerte.

El cuerpo de Osés, quien había sido visto por última vez el 6 de junio en el boliche Bloke, fue hallado el sábado pasado luego de que un testigo amplió su declaración el viernes a la noche mientras que otros tres testigos confirmaron su versión el sábado a la madrugada.

Las fuentes consultadas por "Río Negro" explicaron que según la hipótesis central de los investigadores, el joven tuvo un incidente a la salida del boliche con dos o tres personas. Allí recibió el golpe en la mejilla que certificó la autopsia.

Luego fue perseguido en dirección al río Limay por al menos tres personas: una a pie, otra en bicicleta y la tercera en un vehículo.

Quien iba en bicicleta fue el que declaró el viernes a la noche en la fiscalía de Graves Atentados contra las Personas y habría marcado el lugar exacto en el que Osés se sumergió en las aguas del río.

Un buzo contratado especialmente por el Poder Judicial para la tarea de búsqueda encontró el cuerpo a unos mil metros de la avenida Olascoaga, frente al edificio de la administración del Paseo de la Costa.

Según se informó, estaba a unos tres metros de profundidad en el centro del cauce y enredado en árboles.

La data del fallecimiento, de acuerdo con la apreciación de los expertos, coincidiría con la fecha de su desaparición.

Las fuentes explicaron que la ausencia de señales de violencia no implica el inmediato cierre de la investigación. Pusieron como ejemplo que el caso de Julia Muner Menéndez, la mujer cuyo cuerpo apareció en otro sector del Limay el 21 de mayo pasado tras permanecer un mes desaparecida, tampoco está clausurado porque resta recibir la conclusión de algunas pericias.

La desaparición de Osés dio lugar a algunas marchas de sus familiares pidiendo el esclarecimiento y a numerosas versiones sobre lo que pudo haber sucedido con el joven. El boliche, por su parte, publicó una serie de solicitadas para desligarse de lo sucedido.