RÍO COLORADO (ARC).- La jueza Marisa Bosco manifestó que existen indicios para pensar que hubo premeditación en el accionar de Alarcón. Incluso el fiscal Flores fue más allá y dio a entender que el accionar policial evitó que se produjera una muerte más porque el objetivo de este hombre, según su presunción- era acabar con la vida de su ex esposa Mirta.
"El lugar donde estaba ubicado (en la casa a medio construir) está justo en ángulo directo para vigilar la entrada de la vivienda de su ex mujer. Seguramente lo que estaba haciendo era esperar que llegara para atacarla. Un arma larga y ubicado en dirección de la casa, nos indicaría eso", explicó el fiscal.
Sumado a esto, vale mencionar que tenía preparado bidones con combustible, por lo que no se descarta que también pretendiera en algún momento incendiar la casa.
Otro hecho que se destacó, fue que sus zapatos estuvieran cubiertos con una especie de funda de nylon (las habría construido con las mangas de su campera) para intentar cubrir sus rastros.
Datos recogidos indican que antes de tomar la decisión final, Alarcón disparó un total de ocho proyectiles hasta que el mecanismo del arma se le trabó.
Antes del desenlace final, la mujer estuvo resguardada en todo momento en la unidad policial, recibiendo asesoramiento del personal para saber cómo actuar cuando recibía los continuos llamados telefónicos de su ex- marido.
Una vez consumada la tragedia, fue trasladada hasta el hospital local y contenida por el equipo de Salud Mental.