LONDRES, (DPA).- Si se necesitaba una prueba de que el mercado internacional del arte se ha convertido en un espacio de juego para extremadamente ricos, ahí están los records registrados en las subastas de Londres la semana pasada. Los más 80 millones de dólares que se pagaron por un óleo de nenúfares de Monet, los 15 millones de libras desembolsados por una obra del futurista italiano Gino Severini, todo un récord; los cuatro millones por una escultura de Henry Moore y los 5,5 millones por un trabajo de la artista modernista rusa Natalia Goncharova figuran entre las cifras más deslumbrantes de las subastas anuales de artistas impresionistas y modernos de Christie's y Sotheby's.
Los resultados totales excedieron las marcas de otros años y los compradores gastaron 207,4 millones de dólares en Christie's, la mayor cifra registrada en una subasta europea de arte, mientras que Sotheby's recaudó 203,4 millones de dólares.
Los expertos en el mercado del arte señalan que estos resultados subrayan que los extremadamente ricos son inmunes al colapso financiero por la crisis crediticia y lo que es más significativo, el comprador medio, que podía gastar hasta un millón de libras en una obra de arte, ha quedado fuera del mercado.
Esta tendencia podría tener un impacto negativo en la fuerza de compra de galerías y museos, indicaron los analistas.
Los compradores ricos, que buscan arte con categoría de museo como un activo de inversión, también intentan evitar cada vez más a los agentes, y designan a sus expertos elegidos personalmente para hacer la compra, según los analistas.
Charles Dupplin, experto en arte de la aseguradora especializada Hiscox, cree que hay una suerte de dos mercados: boyante en el sector más pujante y con evidencias de estar retrocediendo en el sector medio.
El mercado esta "comenzando a ver signos de pausa" en el sector medio: la escasez de comprador que tal vez hayan hecho dinero con servicios financieros y que estaban dispuestos a invertir entre 200.000 y un millón de libras en una obra de arte, explicó Dupplin al diario "The Guardian".
La afluencia de nuevos compradores, particularmente de Rusia, pero también de los países del Golfo y del sureste de Asia, es lo que se está viendo como una nueva tendencia que toma fuerza.
Entre los compradores de las subastas celebradas esta semana había multimillonarios rusos, empresarios industriales chinos, hombres de negocios indios en empresas de tecnología y jeques de Cercano Oriente.