Domingo 06 de Julio de 2008 Edicion impresa pag. 32 y 33 > Policiales y Judiciales
El cadáver de Martín Osés apareció hundido enel río, frente al Paseo de la Costa
Estaba sumergido en el Limay, enredado en las ramas de un árbol. El 6 de junio había ido a bailar a un boliche cercano a la ribera. Un testigo declaró ahora que ese día lo vio arrojarse al agua.

NEUQUÉN (AN).- Los buzos de bomberos de la Policía neuquina rescataron ayer por la tarde de las aguas del río Limay -enredado en las ramas de un árbol- el cadáver de Martín Osés, el joven que hace un mes desapareció luego de haber concurrido a la disco Bloke de esta ciudad.

La fiscal de Graves Delitos contra las Personas Sandra González Taboada afirmó ayer -caída de la tarde- que "por la ropa" se trata de Martín, de 23 años. También coinciden la contextura física y la edad aproximada.

La clave del hallazgo está en un testimonio que el sábado recibió la fiscal. Durante una ampliatoria un o una testigo le dijo haber visto Martín Osés en el río el día de su desaparición, durante la mañana del sábado 7de junio. El hallazgo se produjo a unos 1.000 metros de la avenida Olascoaga.

González Taboada ordenó ayer que buzos de la policía rastrearan la zona del río Limay al final de calle Río Negro. Más precisamente

frente a la Isla 132, en el lugar donde se ubica el Paseo de la Costa. El cadáver apareció allí justo enfrente del edificio de la administración del ente que lleva adelante el proyecto de desarrollo ribereño.

El cuerpo "sin daños físicos aparentes" estaba a unos tres metros de profundidad en el centro del cauce y enredado en árboles arrastrados que se ubican en el fondo. Fue la fiscal la encargada de informar que no había signos de violencia en el cuerpo pero aclaró que todo quedará más claro una vez que hoy se realice la autopsia.

A las cuatro de la tarde, un buzo de apellido Martínez -que no es de la Policía- vio un pulóver rojo, tal como el que Osés llevaba debajo de una campera oscura. A las 18:20, casi de noche, los buzos de la Policía decidieron llevar el cuerpo hacia el extremo este de la isla. Fue allí donde lo sacaron. Este diario pudo comprobar la coincidencia entre las ropas y la contextura física.

A las 18:35, el cadáver estuvo fuera del agua y en las puertas de acceso a la Isla 132 personal de Prefectura no dejaba ingresar a los familiares, quienes culparon a la

policía. Comentaron que han recibido llamados en los cuales les dijeron que habían visto al joven subiendo a un patrullero y luego tirado sobre un montón de piedras.

La familia lloró sobre el puente que no podían cruzar.

El subcomisario de la Policía y bombero Hugo Millapán fue uno de los encargados de sacar el cuerpo.

"Estaba casi a tres metros en un lugar donde hay muchos árboles, tuvimos que hacer mucha fuerza para poder sacarlo", dijo Millapán a los medios de prensa.

Osés había salido la noche del viernes 6 de junio a bailar. Junto a un primo y un amigo hay certezas de que entraron a Bloke, el boliche de Olascoaga y Purmamarca. El sábado no fue a dormir a lo de su abuela, adonde vivía desde los 19 años.

El domingo, como no había vuelto, la abuela y la tía hicieron la denuncia en la fiscalía.

Casi veinte días después de la desaparición, el jefe de la Policía neuquina, Juan Carlos Lepén salió a hablar de la posibilidad de que el muchacho se hubiera suicidado, empujado por el alcohol o las drogas.

Las palabras textuales de Lepén fueron: "Los testimonios dicen que Osés habría estado bajo los efectos del alcohol o alguna otra sustancia que hacen presumir que por ahí los frenos inhibitorios que cualquier persona tiene, no los haya tenido en ese momento, por lo que en la huida puede haber tomado la determinación de tirarse al río. Recuerden que en esos días las lluvias hicieron que los ríos hayan crecido en forma excepcional por lo que estaban muy turbios, lo que pudo haber alterado la situación".

Mónica Soto (42), mamá de Martín, siempre mantuvo la esperanza de que su hijo estuviera con vida, encerrado en algún lugar. Dijo que la versión del altercado con los dueños del Renault 12 es un invento conjunto entre la comisaría segunda y Bloke para desviar la investigación.

Antes de que apareciera el cadáver de su hijo, reveló que varios pibes se acercaron a contarle que a su hijo lo golpearon los patovicas de Bloke pero no se animan a declarar por miedo a represalias. "La mayoría nos contó que hubo esa noche un chico que lo golpearon los patovicas de Bloke remal", contó Cristina.

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