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Ingrid salió del hospital de París con pruebas médicas satisfactorias | ||
PARÍS (AFP).- La ex rehén colombo-francesa Ingrid Betancourt salió ayer de un hospital de París, donde fue sometida a pruebas médicas cuyos resultados son "satisfactorios", dijo su hermana, horas después de que Bogotá difundiera un video sobre el rescate de los 15 rehenes. "Los resultados son satisfactorios. Se harán pruebas complementarias. Hay algunos puntos en observación, pero nada alarmante", declaró a la AFP Astrid Betancourt. "Tiene que descansar, a causa del cansancio acumulado", agregó. Horas antes había dicho que "los resultados de las primeras pruebas son más bien tranquilizadores, pero el médico dijo que tenía que descansar sin falta porque puede haber consecuencias". La ex rehén permaneció casi siete horas en el hospital militar de Val-de-Grâce. El médico de la presidencia francesa, Christophe Fernández, ya había adelantado el viernes que la ex rehén se sometería a exámenes completos que incluían análisis sanguíneos.
Las versiones de que tenía hepatitis B
Desde que fue liberada, Ingrid Betancourt durmió muy poco, multiplicó las entrevistas, las conferencias de prensa y los discursos oficiales sin desprenderse de una sonrisa que la acompaña a todas partes. Contó que había estado muy enferma durante su cautiverio de seis interminables años y cuatro meses. En los últimos meses que pasó en la jungla, se rumoreó la posibilidad de que hubiera contraído la hepatitis B. La ex rehén contó que durante tres años estuvo encadenada "las 24 horas del día" y que también había sido sometida a malos tratos, y cómo uno de sus compañeros de calvario, el cabo William Pérez, le había "salvado la vida". Pérez, liberado al mismo tiempo que Ingrid Betancourt, explicó que le había administrado mucho suero y alimentado con esmero "porque no podía tragar nada y vomitaba todo cuanto ingería". Pérez no pudo abrazar a su abuelo de 84 años, que murió de un infarto producido, al parecer, por la emoción que le produjo la noticia de la liberación de su nieto. Aparte de las secuelas físicas, los expertos aseguran que Betancourt podría padecer traumatismos psicológicos como consecuencia de años de humillaciones y esperanzas frustradas. Llegó a París el viernes acompañada por sus hijos Mélanie, de 22 años, y Lorenzo, de 19, su ex marido Fabrice Delloye, su hermana Astrid, su madre Yolanda Pulecio y el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, a bordo de un avión presidencial francés. | ||
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