POSADAS (Télam).- El represor Carlos Alberto Caggiano Tedesco fue condenado a 25 años de prisión e inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos, al ser hallado culpable de los delitos de "privación ilegítima de la libertad, agravada por aplicación de tormentos seguido de muerte", en perjuicio de Alfredo González, ex decano de la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Misiones (UNAM).
De esta manera culminó el primer juicio por la verdad que se realizó en Misiones, tras los trágicos sucesos acontecidos durante los años de la dictadura militar.
La sentencia fue leída por el presidente del Tribunal Oral en lo penal, Carlos Adolfo Sodá y en ausencia del acusado, el ex teniente coronel Caggiano Tedesco, que aguardaba el desenlace en una sala contigua al salón de audiencias del juzgado Federal de Posadas.
Antes de conocerse la sentencia y como último recurso de defensa, el militar dijo que se sentía "el pato de la boda, porque soy el único militar de esa época que aún sigue con vida".
Los familiares del desaparecido González recibieron con satisfacción la lectura de la sentencia y dijeron sentirse aliviados "porque a pesar de que ya pasaron 30 años de la desaparición de mi hermano, sentimos que se hizo justicia", sostuvo María Amelia González, hermana del ingeniero. "Estoy feliz porque a través de testimonios como los que se han escuchado a lo largo de este juicio, la gente está descubriendo la dignidad de las personas de la generación que desapareció", señaló.
Posteriormente y visiblemente emocionada aseguró que "cualquiera hubiera sido el resultado de la sentencia se habría logrado lo más importante, que es instalar el tema y refrescar la memoria para que nunca más alguien sea sometido a las torturas y vejaciones que sufrieron mi hermano y tantos otros jóvenes de la época".
Por su parte la secretaria de Derechos Humanos de la provincia y querellante en la causa en representación del gobierno provincial, Amelia Báez, sostuvo en diálogo con Télam, que "con este juicio ejemplar no solo se hizo justicia, sino que comienza otra etapa, porque ahora vendrán otros juicios para esclarecer los secuestros, torturas y humillación que sufrieron cientos de misioneros que aún esperan justicia".