El dilatado conflicto entre el Gobierno y el campo, y la enorme incertidumbre que agregó a la economía nacional agudizó aún más la salida de capitales que la Argentina mostraba desde la segunda mitad del 2007 y provocó la salida de entre u$s 8.000 y 9.000 millones entre los últimos días de marzo y el mes pasado.
Con esta situación, informó el diario "La Nación", el país resignó la posibilidad de sumar más recursos para asegurar su crecimiento en momentos en que la continuidad del proceso de expansión de la actividad económica abierto a mediados del 2002 más necesita del aporte de capitales.
La estimación, en la que coinciden distintos economistas, muestra que la Argentina retomó en los últimos meses su condición de país exportador de divisas, un rasgo que la distinguió durante muchos años y la llevó a generar lo que los analistas denominan "PBI (producto bruto interno) en el exterior", en relación con la magnitud que alcanzaron fondos que los argentinos mantienen depositados o invertidos en cuentas fuera del país por desconfianza en el propio.
Para la contabilidad oficial, los activos externos del sector privado no financiero alcanzaron los u$s 144.310 millones a fines del año anterior, con lo que equivalen a la mitad del PBI argentino, estimado en u$s 280.817 millones, según los últimos datos. Pero esa cifra, naturalmente no contempla el dinero no declarado o en negro, lo que hace que las estimaciones oficiales y privadas suelen duplicar largamente ese monto dando sustento a la afirmación de una economía paralela "en el exterior".
Las estimaciones privadas sobre la magnitud que alcanzó la salida de capitales en los últimos meses surge de cruzar la información de un mercado cambiario que en los últimos meses se mostró mucho más activo y desbalanceado por lo que se describe como un "exceso de de
manda", que según cálculos del Estudio Broda sólo entre abril y mayo alcanzó los u$s 2.055 millones. Ese faltante de divisas fue cubierto por las ventas de reservas que concretó el Banco Central (BCRA) y provocó una caída del orden de US$ 3.000 millones en esa tenencia entre fin de marzo y fin de junio que los analistas juzgan engañosa.
"Si hurgás en el balance del Central, hay un salto de 4.636 millones de pesos a 7.762 millones en las obligaciones contraídas con organismos internacionales de marzo a ahora que estaría originado en préstamos que esta entidad tomó del Banco de Basilea para disimular un retroceso mayor de las reservas, con lo que la caída real en las reservas sería levemente superior a los 4.000 millones de dólares", advierte el economista Agustín Monteverde.