NEUQUÉN (AN).- Los últimos años de la vida de Osés transitaron por un camino sombrío con incursiones en las drogas, excesos de alcohol y antecedentes menores.
Al año y medio de nacer sus padres se separaron y él quedó con su mamá. A los 11 se fue a vivir con su tía Cristina, debido a que era muy rebelde y su madre no lo podía controlar. En ese período terminó la primaria.
Los estudios secundarios los abandonó al poco tiempo y pasó a vivir con su tía Rosa en el barrio Valentina Sur.
"Ahí va a conocer la droga", confió su madre la semana pasada, cuando el joven estaba aún desaparecido. Martín tuvo muy malas juntas y terminó escapando del barrio donde lo "amenazan de muerte". La familia no sabe los motivos pero no descartan incursiones en robos menores.
Durante varios años vivió de a ratos con sus tíos, abuelos y la mamá. Para su cumpleaños de 18, salió a festejar con su tío Fernando y volvió con un tiro y desangrándose a la casa.
El plomo le quedó entre las costillas. Nunca se supo en qué situación le dispararon ni quién.
Cerca de los 19 años fue a vivir con su abuela Noemí, que le consigue algunos trabajos que a los pocos meses Martín abandonó.
Las detenciones policiales, supuestamente, le habrían generado inconvenientes con un uniformado de la comisaría Segunda que le metió un arma en la boca a modo de amenaza.
En abril pasado, Martín se presentó para que quedara sin efecto un pedido de captura que tenía desde hacía unos meses.
Al momento de desaparecer estaba desocupado y por asistir a una entrevista de trabajo, comentaron.