NEUQUÉN (AN).- Unas 1.500 personas marcharon anoche por las calles de esta ciudad y frente a la sede del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén (TSJ) reclamaron una pena de prisión perpetua para el cabo primero José Darío Poblete y prisión para el ex gobernador Jorge Sobisch, para cuando llegue la hora de juzgarlo.

A ambos los responsabilizaron por el asesinato del maestro Carlos Fuentealba, al primero como autor material del hecho y al segundo como responsable intelectual.

"Que sepa este Poder Judicial que el martes no cabe otra condena que la prisión perpetua", reclamó el secretario general del gremio docente ATEN, Marcelo Guagliardo.

La presión para que haya condena contra Poblete también la hizo Sandra Rodríguez, la viuda de Fuentealba, de cuyo asesinato ayer se cumplieron 15 meses ayer.

"Una condena de prisión perpetua traerá alivio pero quiero que también se condene al responsable de haber haber ordenado el asesinato: el ex gobernador Jorge Sobisch", dijo la mujer al hablar a cientos de personas que desbordaron la calle frente a la sede del TSJ.

Agradecimientos

Los docentes fueron mayoría ayer en la marcha por los 15 meses, con ATEN a la cabeza. Hubo voces de agradecimientos por la lucha que se ha llevado adelante hasta aquí pero a la vez hubo un claro pedido para que el martes haya muchas personas frente al edificio de la ex Legislatura. Allí, a las 9, los jueces leerán la sentencia al cabo primero Poblete.

Guagliardo, Gustavo Aguirre -el secretario general de ATEN capital, y Sandra Rodríguez fueron también claros a la hora de pedir que exista compromiso y apoyo para el momento en el cual se juzguen las demás responsabilidades del hecho, en lo que se ha dado en llamar el caso Fuentealba II.

La marcha comenzó las siete, una hora después del horario de la convocatoria.

Los manifestantes caminaron desde el monumento al general José de San Martín hasta el de la Madre.

Y desde allí volvieron al lugar de origen para luego detenerse frente a la sede del TSJ. Allí se hizo el acto, bajo la lluvia. "La marcha de la bronca" -de Pedro y Pablo- y "El ángel de la bicicleta" -de León Gieco- guiaron a los caminantes.

A un extremo de la columna se ubicó Camila Fuentealba, la hija del maestro que en abril del año pasado fue asesinado tras recibir un impacto de granada de gas en la cabeza.