| ||
Encontraron a Paita en Buenos Aires: está preso | ||
El ginecólogo de Roca estaba prófugo desde enero del 2005. Lo habían denunciado en el 2001 por realizar abortos en el hospital. La Policía Federal lo detuvo cuando caminaba por el barrio de Flores. | ||
La tranquilidad de uno de los prófugos más célebres de la Justicia rionegrina se terminó ayer en una vereda del barrio porteño de Flores. El ginecólogo Alberto Paita fue detenido por la Policía Federal y en las próximas horas volverá a Roca para declarar ante el juez que espera desde hace siete años para indagarlo por los presuntos abortos que realizaba en el hospital López Lima. Ese magistrado, Emilio Stadler, confirmó ayer a "Río Negro" que el médico estaba preso en Buenos Aires y que una comisión de la Policía de Río Negro viajará hoy a buscarlo. "Por el momento no tengo más detalles", se excusó ayer por la tarde el titular del Juzgado de Instrucción 4. A partir de otras fuentes oficiales este diario pudo saber que Paita fue cercado por efectivos de la Policía Federal mientras caminaba en la zona de Flores, cerca de la casa de un allegado. Sin alternativas ante un grupo de investigadores que contaba con detalles precisos sobre su imagen y movimientos habituales, se entregó sin oponer resistencia. Ese fue el instante final para siete años de elusión a la Justicia, apenas interrumpida en enero del 2005, cuando Paita fue detenido en Cervantes pero sólo pasó unas horas tras las rejas. Cabe recordar que el juez Pablo Iribarren -subrogando a Stadler- autorizó su libertad considerando que los delitos imputados al ginecólogo estaban prescriptos, pero no era así. El médico había sido acusado por aprovechar para beneficio personal trabajos o servicios pagados por la administración pública, que tiene una pena de 2 a 10 años; y también por defraudación en perjuicio de la administración pública (2 a 6 años), y por falsedad ideológica de documentos públicos (1 a 6 años). Cuando Stadler retomó el control de la causa intentó corregir el rumbo, pero la nueva orden de captura fue tardía. Paita no fue visto nunca más en Roca, al menos por quienes tenían la misión de detenerlo. En forma paralela el Consejo de la Magistratura inició un sumario a Iribarren, que concluyó con la decisión de llevarlo a juicio político por los errores en el procedimiento.
El principio del fin
La condición de prófugo nunca pareció preocupar demasiado al ginecólogo, que a fines del 2006 se inscribió como monotributista ante la AFIP, dando así el primer indicio de una continuidad laboral. Sin embargo, el dato más concreto sobre su paradero surgió el mes pasado, a partir de un correo electrónico anónimo que consultaba si el médico llamado Alberto Paita que trabajaba en una empresa de medicina laboral de Buenos Aires era el mismo que buscaba la justicia rionegrina. Según la información aportada por las fuentes oficiales consultadas ayer, Paita dejó rápidamente su puesto en la empresa Medicar SA, pero la Policía Federal puso en marcha una investigación que dio frutos al cabo de unas semanas. Intervenciones telefónicas, cruce de llamadas y seguimiento a personas allegadas permitieron encontrarlo ayer camino a la vivienda de un miembro de su círculo cercano. (Redacción Central) | ||
Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí | ||