Jueves 03 de Julio de 2008 Edicion impresa pag. 15 > Politicas
Soria promete ganar, echar a varios y rever alianzas
Anticipa una rápida "depuración" del padrón de afiliados. Dice que la sigla del FpV "hoy no es cautivante".

Miércoles a las 11. Faltan cuatro días para las elecciones internas, pero Carlos Soria habla en su despacho como nuevo presidente del PJ rionegrino.

El intendente está descalzo y el concejal Alberto Rodríguez Mangioni -en su rol de médico- revisa la planta de su pie izquierdo, para intentar saber por qué desde el martes le cuesta tanto caminar. Llamativamente, Soria mira sin opinar. Sólo recuerda en voz alta un golpe con la base de un ascensor la semana pasada, estimando que allí podía encontrarse el origen del dolor.

La pasividad del jefe comunal se esfumó apenas en unos segundos. "¡Los voy a echar a todos! El domingo ganamos, el fin de semana siguiente festejamos con los que nos ayudaron a armar la lista, se diseña el Congreso y echamos a todos estos sinvergüenzas. ¡Te fuiste... andá a hacerle interna a Sartor!

Soria anticipa así que la acción inicial -si gana el domingo- será una rápida depuración del partido, expulsando a todos los afiliados que trabajan para el gobierno provincial. Y el paso siguiente será devolver protagonismo al PJ. "Tenés que tener una conducción que imponga respeto", explica.

-¿Está preparado el peronismo rionegrino para una interna como esta? ¿Se puede pensar en la unidad después de tanta tensión?

-Es la peor interna de la que participé. Por la falta de motivación, de ganas. Son muchos años de pelearnos sin sentido. Y en esta oportunidad, cuando no había diferencia ni desacuerdo entre los dirigentes locales para que yo conduzca este proceso, igual tenemos interna.

-Teniendo en cuenta el paso al costado de Miguel Pichetto, ¿con quién se va a referenciar para reorganizar al peronismo?

-Nosotros tenemos la obligación de sostener a rajatablas la gestión de 17 intendentes. Y si logramos sumar 5 gobiernos, que es muy fácil, ya somos gobierno en la provincia.

-¿Cómo se plantea ese objetivo mirando a Bariloche? Es la ciudad más grande de la provincia, acaban de perder el municipio y usted es resistido por varios sectores del peronismo.

-Es cierto. Bariloche es un problema, pero para el radicalismo también. La crisis de la ciudad no se da vuelta con tres años de gobierno municipal. Les falta tiempo y plata.

-Y suponiendo que el peronismo controla más de 20 municipios, ¿el paso siguiente será revisar la política de alianzas?

-La alianza siempre es una alternativa posible, pero de un partido fuerte, organizado, que tenga claro dónde quiere llegar y cómo. No es la alianza de sumar a cualquiera como hicimos ahora...

-Eso quiere decir que los partidos que formaron el Frente para la Victoria tuvieron más pretensiones que las recomendables, a su juicio, para ser socios del PJ.

-Por supuesto. Hay tipos que pueden venir a sumar y el día de mañana serán tenidos en cuenta. Pero no podés decir 'vení conmigo y a cambio de eso te doy una diputación', porque te equivocás, porque hacés creer al otro que es importante y tenés que bancarte ese error cuatro años.

-¿Esos cambios se verán rápido? ¿Qué será del Frente para la Victoria en el 2009?

-Hay que esperar. Hoy por hoy, como viene la mano en el país, la sigla Frente para la Victoria no es cautivante. Pero hay que esperar. (Redacción Central)

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